Naturgy logró un beneficio neto de 1.986 millones de euros en 2023, el 20,4% por encima del registrado el año anterior en un contexto de normalización de los precios de la energía que se materializó en un pronunciado descenso de la cifra de ventas (-33,4%).
No obstante, la compañía que preside Francisco Reynés mejoró un 10,5% su resultado bruto de explotación (Ebitda), hasta los 5.475 millones de euros, con un mix equilibrado de la aportación del negocio regulado (47%) y liberalizado.
Renovables
Además, Naturgy aprovechó el contexto para elevar de forma significativa las inversiones, que totalizaron 2.944 millones de euros, de los que 2.136 millones se corresponden con capex orgánico (un 12% más que en 2022) y el resto con operaciones corporativas.
La principal apuesta de Naturgy sigue pasando por las energías renovables, con un incremento de 1.000 megavatios (MW) de capacidad instalada, hasta los 6.500 en total. Los principales avances se han producido en España, EEUU y Australia.
Mientras, la deuda neta de Naturgy cerró 2023 en 12.090 millones de euros, muy similar a la de diciembre de 2022, con la ratio sobre Ebitda en 2,2 veces, frente a las 2,4 veces del pasado ejercicio.
Reynés ha aclarado que Naturgy ha optado por privilegiar la inversión y la retribución al accionista a la hora de distribuir el capital por encima de la amortización de la deuda, aunque en los últimos tres años la compañía ha destinado más de 1.50 millones de euros a tal fin.
Mantener la inversión
En una comparecencia ante la prensa, el ejecutivo también ha destacado que Naturgy ha batido las guías facilitadas al mercado en métricas como la propia deuda (las estimaciones apuntaban a concluir el año en 12.500 millones) y el resultado operativo (por encima de los 5.400 millones fijados como meta).
La compañía espera repetir en 2024 inversiones en torno a 3.000 millones de euros, con el foco en las renovables y en mantener la retribución al accionista en suelo de 1,4 euros por acción.