El edificio calcinado durante la tarde de ayer en el barrio del Campanar de Valencia fue proyectado en 2005 por la ya extinguida promotora inmobiliaria catalana Fbex, del empresario Juan Parada. Sin embargo, las obras de este bloque de viviendas que prometían ser de lujo topó de frente con la crisis del ladrillo y, para 2008, la firma acomulaba deudas con la banca por valor de 1.400 millones de euros y 65 proyectos en construcción sin perspectiva de ventas. en 2007, Fbex había facturado 158 millones de euros, un 6,5% menos que en el ejercicio anterior.
Ante la falta de liquidez para fraguar la deuda bancaria, la empresa dirigida por Parada cedió algunos de sus activos inmobiliarios a sus acreedores, convirtiéndose en la primera gran promotora en refinanciarse de este modo en España. De hecho, la entrega más valiosa fue, precisamente, el bloque de avenida del Maestro Rodrigo, cuyo incendio se ha cobrado, por el momento, cuatro vidas.
Insolvente en 2010
Fbex previó empezar a pagar su deuda restantes a principios de 2011. La refinanciación había ocurrido justo antes del desplome de los mercados financieros y el plazo de tiempo parecía asumible. Sin embargo, la promotora seguía teniendo un enorme déficit en 2010 y la expectativa de liquidar el adeudo se desvaneció ante la falta de ventas.
En aquel mimso año, la promotora también debía decenas de millones de euros a sus proveedores y otros 39 a la Hacienda pública por el IVA impagado de unas ventas que no supusieron la inyección de liquidez que la empresa había previsto. En febrero de 2010 se declaró finalmente insolvente, meses más tarde entró en concurso de acreedores antes de ser finalmente liquidada.
La caída de Fbex
Fbex había sido una de las promotoras catalanas que más crecieron durante el 'boom' inmobiliario de principios de los 2000, logro conseguido a costa de un elevadísimo endeudamiento para la compra de suelo. El mismo Juan Parada aseguraba, en 2005, que la empresa contaba con una reserva de suelo para la construcción de unas 10.000 casas, además de 6.000 viviendas de obra nueva listas para la venta inmediata.
"El peso del sector inmobiliario es cada vez es más importante y las previsiones señalan que lo continuará siendo en los próximos años debido a que la demanda de viviendas es constante; no prevemos ningún cambio", sentenció el empresario en una entrevista en El Mundo el mismo año en que se inició el proyecto del Campanar. Solo tres años más tarde, el precio del activo por el que tanto se había endeudado Fbex cayó en picado.
El edificio de lujo que se vendió por la mitad
La promotora catalana pretendía vender las viviendas de supuesto lujo que había construido bajo la marca "Nuevo Campanar" por un valor superior a los 6.000 euros el metro cuadrado. El precio dejó impresionados a los comerciales de la zona, que no daban crédito a que el valor de la vivienda valenciana hubiese podido adquirir esas cotas tan elevadas.
La realidad chocó de frente en 2009, cuando finalmente terminó la construcción. La banca que se había hecho con la promoción apenas llegó a rebosar una media de 3.200 euros el metro cuadrado en la venta de las viviendas que había dejado Fbex.