El dueño del nuevo Pinotxo en el Mercado de La Boquería de Barcelona, Elharrar Mardochee Maki, crece en la instalación. Asume más protagonismo en la restauración de este equipamiento pese al fracaso que ha cosechado su bar desde que lo compró a los herederos del icónico Joan Bayén el año pasado.
Lo explican fuentes del sector comercial. Detallan que Maki ha irrumpido en otros puestos del equipamiento, aunque no lo ha hecho con su nombre. Ha recurrido a otros botiguers ante la oposición de la cúpula de Mercats de Barcelona (IMMB) a que acumule más concesiones.
Pincha el Mític, el 'nuevo Pinotxo'
El crecimiento de Mardochee en La Boquería llega después del fracaso del nuevo Pinotxo, que compró el año pasado coincidiendo con las obras en el pavimento de la instalación.
La operación provocó un seísmo en el monumento turístico, pues la entrada de Maki significó que los herederos del querido Joan Bayén Pinotxo tuvieron que marcharse.
Escasa concurrencia
La compra ha resultado adversa. La nueva barra no funciona como la de antes y apenas tiene afluencia pese a su privilegiada posición. El histórico bar está situado en el acceso de La Boquería desde Las Ramblas de Barcelona.
El resto de locales se han beneficiado de la mala situación del nuevo Pinotxo, que no puede utilizar el nombre original debido a un pleito por su propiedad con los herederos de Bayén.
El 'nuevo Pinotxo' triunfa en Sant Antoni
Mientras, el sobrino del malogrado Bayén, Jordi Asín, sí cosecha éxitos y premios. Lo hace con un nuevo Pinotxo que sí usa el nombre original y que está situado en otro mercat de Barcelona, el Mercado de Sant Antoni, como explicó Hule y Mantel.
Lo hace en plena pugna por los puestos del antiguo establecimiento. Mardochee ha ganado hasta ahora los pulsos a los herederos, insisten comerciantes desde el anonimato.
Gestión de Mercados
Todo ello añade munición al debate sobre la gestión de la empresa pública Instituto Municipal de Mercados de Barcelona (IMMB) de La Boquería, como señalan voces autorizadas de la ciudad.
Desde algunos círculos sea afea que no haya más control sobre los puestos y que se fiscalice quién los compra y opera para garantizar el perfil histórico del centro. Este sería el caso de los nuevos puntos de venta de Maki.