El producto local y artesanal conquista el corazón de los consumidores y se perfila como el protagonista en muchas mesas navideñas este año.
Las celebraciones están a la vuelta de la esquina y los más previsores empiezan a llenar despensas con productos de proximidad y sostenibles, creando una demanda sin precedentes para algunas marcas comprometidas con el medio ambiente y la calidad artesanal.
Empresas a examen
Los consumidores están dispuestos a pagar más, según indican varios estudios como el de Journal Research Consumer, que afirma que la nostalgia nos empuja a gastar más, o el de la Universidad de Arkansas, que concluye que al consumidor no le duele pagar más por la producción local, porque la considera de más calidad y más sana.
Las marcas saben que el consumidor es cada vez más selectivo y se fija en sus valores y en productos elaborados con cuidado y dedicación.
Protagonistas de la cesta
En este contexto, empresas como la centenaria Conservas Ortiz, con productos estrella como el bonito del Norte o sardinas del Cantábrico se hacen cuelan, cada vez más, en muchas cestas de la compra.
En Cataluña, destacan marcas como Perucchi, liderada por el empresario francés Jean-Noël Reynaud, que ofrece un vermú artesanal, elaborado en Badalona, con vinos procedentes del Alt Empordà, Valencia y La Mancha. También las tradicionales galletas Birba, procedentes Camprodón, elaboradas con ingredientes naturales, como los huevos procedentes de granjas de Girona o las almendras de Cataluña, Levante y Baleares.
Estas marcas no solo han capturado los corazones y los bolsillos de los compradores con sus productos sostenibles, sino que también contribuyen a la economía local y a la preservación del patrimonio culinario español.