Las notables subidas de los precios de la electricidad y los carburantes han tenido su reflejo durante septiembre en un nuevo repunte del Índice de Precios de Consumo (IPC), que marcó una subida del 3,5% en tasa interanual, lo que supone nueve décimas más que la registrada en agosto.
Los datos adelantados del Instituto Nacional de Estadística (INE) constatan un incremento de dos décimas en los precios en relación con el mes anterior, lo que hace que la variable acumule tres subidas consecutivas, para situarse en su cota más elevada desde el pasado mes de abril.
Menor subyacente en 14 meses
El organismo estadístico atribuye este movimiento a la subida de los precios de la electricidad, que contrastan con los descensos que experimentó doce meses antes; en menor medida, también impactó el alza de los carburantes.
La estimación sobre la inflación subyacente refleja un descenso de tres décimas, hasta el 5,8%, lo que supone la cota más baja desde junio de 2022, aunque prosigue más de dos puntos por encima del índice general.
Efecto base
A la vista de los datos, el Ministerio de Asuntos Económicos los ha relacionado con el "efecto base" de los precios de la electricidad, debido al citado descenso que experimentaron hace un año por esta fechas, y, en menor medida, de los carburantes.
El departamento que dirige la vicepresidenta primera del Gobierno en funciones, Nadia Calviño, ha insistido en señalar que "España lleva más de un año entre los países con menor inflación y mayor crecimiento de la zona euro".
Dudas en el BCE
Tras la última revisión al alza de los tipos de interés, a comienzos de septiembre, las dudas se han instalado en el Banco Central Europeo (BCE) acerca del fin del ciclo alcista, que se daba prácticamente por hecho antes del verano.
El repunte de la energía ha variado las tornas, aunque el organismo emisor ya había advertido sobre las dificultades a la hora de controlar el alza de los precios, especialmente los de los alimentos, pese a la intensa subida del precio oficial del dinero.