Foment del Treball vaticina un debilitamiento de la economía en los últimos meses del 2023, una situación que se reflejará en un "estancamiento del paro" y en una menor capacidad de recaudación por parte de la Administración. Así lo han explicado el director de Estudios y Economía de la patronal, Salvador Guillermo, y el presidente de la comisión de Economía y Fiscalidad, Valentí Pich, este miércoles en la presentación del Informe de Coyuntura Económica.
En su comparecencia, ambos han detallado que esta coyuntura obligará a la Administración a ajustar el déficit público "por la parte de los gastos y no con los ingresos". Además, la inflación registrará aumentos "apreciables" hasta diciembre, debido a la bajada del precio de los productos energéticos a finales de 2022.
Mejorar la productividad
Asimismo, la patronal coincide con la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que espera que el año cierre con un IPC del 4,8% y que en 2024 este sea del 2,1%. Esta "inflación más persistente" obligará a los bancos centrales a tener unos tipos de interés altos o incluso incrementarlos.
En este sentido, Foment considera que las medidas que se deben tomar frente al debilitamiento de la economía pasan por mejorar de la productividad y "reforzar la agenda económica y política".
El precio del petróleo
Foment también ha recordado las previsiones de los principales organismos internacionales, que apuntan que durante los últimos meses de 2023 habrá "menos actividad comercial y una inflación menor", pero aún en niveles relativamente elevados.
También ha señalado que el crecimiento del precio del petróleo a escala mundial condicionará el ciclo de endurecimiento de la política monetaria.
Aumenta el coste del crédito
Durante el período analizado por la patronal, se han mantenido las horas trabajadas y el mercado de trabajo ha mostrado "indicadores todavía resilientes en términos de empleo y afiliación".
La morosidad bancaria se ha mantenido "en mínimos", pero ha aumentado el coste de crédito y han caído los préstamos a los hogares españoles.
Inflación descendente
La tendencia general de la inflación ha sido descendente, aunque la subyacente ha estado en niveles elevados, y los ingresos por recaudación han subido "debido al incremento de las rentas nominales por la inflación" y a los impuestos al sector energético y bancario. Aun así, España ha registrado "una desaceleración de la economía, en especial del consumo privado y las exportaciones".
Se ha reducido la aportación de la demanda exterior, "con un estancamiento de la industria y una desaceleración de los servicios", aunque en Cataluña estos sectores han subido.