El sector del caravaning vive momentos completamente contradictorios. Por una parte, la alta demanda de autocaravanas y campers, vehículos escogidos por miles de personas para veranear de forma segura tras la pandemia del Covid, se vio afectada por la crisis industrial de los microchips y componentes electrónicos, provocando una falta de stock, de la que poco a poco se va recuperando.
Lo curioso, es que esta crisis ha alcanzando a una parcela del mercado ajena, como es la de la caravana, un vehículo que al no ser tractor, se ha seguido fabricando con total normalidad. Sin embargo, el consumidor parece haberlo asociado con la "crisis de los chips", lo que ha frenado en seco las ventas de vehículos nuevos y disparado exponencialmente los de segunda mano.
Récord de matriculaciones de vehículos usados
Esta tendencia, según el gerente de la Asociación Española de la Industria y el Comercio del Caravaning (ASEICAR), Raúl Vaquero, se debe, por una parte, a la falta de financiación y, por otra, a que muchos clientes desconocen que la fabricación de este tipo de vehículo no se ve afectada por la escasez de chips.
Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), en los dos últimos años se han matriculado 3.873 caravanas nuevas frente a las 12.643 matriculadas por segunda e incluso tercera vez.
Carísimos y "de dudosa procedencia"
Este escenario de alta demanda de caravanas de ocasión ha propiciado que muchos vendedores (tanto particulares como portales de compraventa y empresas) ofrezcan modelos "descatalogados, traídos de Europa y de dudosa procedencia", asegura Vaquero.
"El problema es que el usuario está pagando por una caravana de segunda mano un precio similar a su valor de nuevo en el momento de la compra". Esto, sostiene, hace que se acaben comprando algunos modelos traídos del extranjero que, además de carecer de cualquier garantía, son obsoletos y, en algunos casos, sospechamos que hasta podrían ser robados".
Directamente a lo usado
También JM Caravaning afirma a Crónica Global la tendencia de los usuarios a buscar vehículos de segunda mano. Sobre todo, buscando los mejores precios. "La gente tira para lo usado ya desde el principio", sin plantearse que quizás estén pagando cantidades muy superiores a su valor real.
En cuanto a la "dudosa procedencia" u "oportunismo" de algunos vendedores ante la demanda de caravanas usadas que afirma el gerente de ASEICAR, dicen no tener constancia.