Las compañías energéticas encuentran dificultades a la hora de implementar sus estrategias de transformación digital debido a la escasez de profesionales cualificados en esta área.
Un informe elaborado por Minsait, filial de Indra, refleja los resultados de una consulta entre compañías del sector según los cuales el 37% coincide en señalar que los sistemas modernizados aún no son posibles por la falta de profesionales que desempeñen los procesos tecnológicos más complejos.
Riesgos asociados
El documento, denominado 'Informe Ascendant 2022', también contempla que el 29% de las compañías consultadas señala que la adaptación no ha llegado a ellas por ser incapaces de asumir el riesgo que implica el cambio, ya que durante la adaptación se pueden ver afectados programas y aplicaciones que soportan los negocios críticos de las empresas.
La modernización de aplicaciones en el ámbito energético se ha convertido en una prioridad por la necesidad de adaptarse a un entorno cada vez más exigente. Estos requerimientos pasan por el aumento de la demanda de servicios digitales de calidad, propuestas innovadoras y procesos que faciliten las gestiones a los consumidores.
Asesoramiento
Por otra parte, el 91% de los diferentes 'players' disponen de sistemas modernizados o ya tienen el presupuesto aprobado y han llevado a cabo la asignación de recursos de modernización, paso previo e indispensable para la implementación real de las estrategias de adaptación tecnológica.
Esto es, en parte, gracias al asesoramiento de compañías tecnológicas. Éstas, combinando su conocimiento del negocio, experiencia en sistemas ‘core’ y sus capacidades digitales, son piezas clave en proyectos de transformación tecnológica y configuración de los modelos del futuro de la industria tecnológica.
Eliminar barreras
Seguir trabajando para hacer frente a las barreras y aprovechar las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías permite al sector avanzar y cumplir las necesidades de los clientes, empleados y la sociedad en general.
Estas demandas pasan por propuestas de negocio alineadas con la sostenibilidad ambiental y social, en un entorno donde el 28% de la electricidad que se produce ya procede de fuentes renovables.