CCOO y UGT han dado por rotas las negociaciones del Acuerdo Interprofesional de Cataluña (IAC), atribuyendo lo ocurrido al rechazo de Foment del Treball al "acuerdo alcanzado por las presidencias de ambas patronales y las secretarías generales de los dos sindicatos". Algo que también lamenta Pimec, la patronal catalana de pequeñas y medianas empresas.
En un comunicado conjunto, ambos sindicatos explican que Foment del Treball "ha comunicado que no acepta el contenido global del acuerdo". Y advierten sobre la importancia de este hecho recordando que el AIC es el instrumento que regula la negociación colectiva en Cataluña y acuerda los criterios generales de negociación y la estructura de los convenios colectivos.
Caducado desde 2020
CCOO y UGT señalan también que el IAC está caducado desde diciembre de 2020, y que desde entonces se han realizado 52 reuniones de las comisiones de negociación "para construir un texto para reforzar y modernizar el marco de relaciones laborales en Cataluña".
El nuevo acuerdo debía crear el marco para asumir "los retos de las transformaciones digitales y climáticas" e incorporar una visión de género y transversal en la negociación de convenios colectivos, según los sindicatos.
Por todo ello, ambos sindicatos han convocado una rueda de prensa el próximo lunes a las 11:30 horas en la sede de UGT para dar más detalles sobre la cuestión.
Pimec espera que Foment reconsidere su decisión
Fuentes de Pimec, por su parte, han asegurado a Efe que el nuevo acuerdo interprofesional de Cataluña recogía la prioridad aplicativa del convenio colectivo autonómico, siempre que hubiera un acuerdo previo de los agentes sociales, y destacan la relevancia de este aspecto en muchos ámbitos de actividad en Cataluña.
En particular, Pimec menciona los salarios, su vinculación con la productividad o bien aspectos como la digitalización y la desconexión digital.
"El nuevo AIC tenía que reforzar la negociación colectiva en Cataluña y los espacios de diálogo y concertación posteriores", añaden estas fuentes, que esperan que Foment reconsidere su decisión y permita un marco de relaciones laborales catalán que sea fuerte y estable.
La entidad presidida por Antoni Cañete cifra en unas 60 las reuniones mantenidas por los agentes sociales hasta la fecha, en un contexto complejo por la pandemia y las crisis derivadas de ella.