El gobierno monocolor de ERC en la Generalitat despertó simpatías entre el empresariado catalán próximo a los postulados nacionalistas. En concreto, en aquellos que vieron a Pere Aragonès como un presidente más pragmático y posibilista que sus predecesores en el cargo, capaz de recuperar la política del peix al cove que practicaba Jordi Pujol y de superar la situación de enfrentamiento permanente de los años del procés. Pero los resultados electorales de este domingo les han generado una profunda sensación de orfandad y no esconden su desazón por una apuesta táctica que les ha salido rana.
Los republicanos se dejaron más de 300.000 votos en unas municipales con menos participación. Muchos independentistas se quedaron en casa y este castigo les pasó factura de forma destacada, ya que sus votantes no son tan fieles. El conejo que Aragonès se ha sacado de la chistera para intentar pasar página ha sido el llamamiento a crear un “frente común” con Junts per Catalunya y la CUP para concurrir de la mano en las generales de julio, una propuesta que solo ha añadido más incertidumbre entre estos empresarios afines.
Femcat y Pimec
El grupo incluye a las empresas de Femcat y a las que configuran una de las almas con más peso en Pimec, la patronal de pymes que siempre se ha mostrado cercana a la Generalitat. Incluso ha puesto en marcha una operación para desbancar de la Cámara de Comercio de Barcelona a los independentistas radicales de la ANC. Ultiman una candidatura encabezada por Josep Santacreu, ex hombre fuerte de DKV en Cataluña, para concurrir a las elecciones camerales de septiembre.
Si hasta ahora tenían claro que iban a desempeñar el papel de oficialistas, los acontecimientos de los últimos días han sacudido su estrategia. Se lanzaron a la aventura de los comicios camerales en gran medida porque contaban con el apoyo de una ERC cansada de ser el blanco de las críticas de las voces soberanistas más radicales que usan la Cámara de Barcelona como altavoz.
Frenar la sangría electoral
Pero los republicanos priorizan ahora frenar la sangría electoral. Deben recuperar el terreno perdido en las locales tanto para las elecciones del próximo 23 de julio como para unas catalanas que aún no tienen fecha.
Aragonès, que cerró ayer la segunda jornada de la reunión del Círculo de Economía con un discurso triunfalista que chirrió a los presentes, ha llamado a construir consensos y a recuperar la idea de candidatura única que nació en el procés. Por ahora, se ha topado con el portazo de la CUP; el anuncio de Laura Borràs, condenada e inhabilitada por corrupción, de que estaba dispuesta a hablar con ellos; y la petición de un “avance sincero hacia la independencia” del secretario general neoconvergente, Jordi Turull -- la pugna entre familias continúa instaurada en Junts--.
Crecimiento del PP
Aragonès no ha sido especialmente aplaudido por unos empresarios que ven cómo el cambio de ciclo político en el país les pilla sin interlocución directa con el PP, que tiene muchos números de llegar a la Moncloa. Y si hasta ahora ERC ha sido un partido clave para sacar adelante la legislatura, a partir del 16 de agosto puede perder su poder.
A todo ello se le suman las voces internas que exigen a Aragonès que mantenga la “estrategia aprobada por el congreso nacional”, en palabras de Joan Tardà. Los más agoreros incluso apuntan a la enésima catarsis del partido y señalan que su principal problema es la falta de cuadros preparados.
Estructura del Govern
Esperaban un Govern republicano pragmático, pero ya se les tilda abiertamente de “malos gestores”. Sobre todo por los “fichajes precipitados” que realizaron tras expulsar a los neoconvergentes del Ejecutivo catalán para poder pilotar la Generalitat.
Ponen de ejemplo la intervención de la directora general de Agenda y Renovación Urbana del Departamento de Territori, Nel·la Saborit, en el eMobility World Congress que se celebró en Valencia el pasado marzo. “En una mesa sobre el impacto de los PERTE en el desarrollo económico sorprendió con sus críticas a las elites extractivas”, señalan. Discurso lógico con la trayectoria política de esta alto cargo público, procedente de los entornos de la CUP, pero que chocó a los presentes.
El adelanto electoral de Pedro Sánchez ha activado de nuevo la campaña electoral, cuestión que también preocupa al empresariado por el parón de la actividad legislativa hasta finales de año. Los próximos a ERC reconocen que la seguirán de forma atenta. El gran reto del partido no es mantenerse como líder de las fuerzas independentistas catalanas, también está en juego la imagen de líder serio que Aragonès intenta proyectar.