Las iniciativas para crear funerarias y energéticas públicas han fracasado. Entre los motivos detrás de este modelo fallido de municipalización están la ineficiencia de la gestión de las Administraciones y el subsecuente riesgo de pérdidas, según ha concluido un debate de las jornadas Desperta BCN! sobre esta cuestión, en el que han participado Emili Rousaud, consejero delegado de Factor Energia, y Juan Jesús Domingo, consejero delegado de Mémora.
Ambos han apostado por la colaboración público-privada como alternativa de éxito ante los fallidos proyectos con capital 100% público. "Barcelona funciona mejor sin dogmas sobre la gestión privada", ha apuntado Rousaud, que ha hecho hincapié en que "la iniciativa privada ha demostrado históricamente ser mas eficiente en la gestión de empresas".
Los muertos pagan más IVA
Por su parte, el representante de Mémora ha celebrado que el intento de crear una funeraria pública en Barcelona no haya prosperado. De lo contrario, "tendríamos una nueva empresa pública con pérdidas que tendrían que asumir los ciudadanos", ha asegurado. Para el ejecutivo, a menudo estos proyectos responden a un razonamiento ideológico que "no responde a un análisis riguroso", ya que "un modelo que ha funcionado bien es el de la colaboración".
Asimismo, Domingo ha lamentado que los servicios funerarios tributen con el IVA más alto, lo que hace más caro el descanso tras la muerte que pernoctar en un hotel o estar ingresado en un hospital, ya que la asistencia sanitaria está exenta del impuesto. Por el mismo motivo, se pagan más impuestos por el transporte de los difuntos que el de los vivos.
"Mal empleo del dinero público"
El directivo de Mémora también ha recordado que en el mercado funerario de Barcelona ya hay competencia y que el 70% de los funerales los paga el seguro precios, de modo que la reducción de precios que pretendía el ayuntamiento con el operador público tendría un efecto limitado. Además, ha destacado que las firmas privadas ya asumen el servicio social gratuito a familias vulnerables.
Rousaud ha añadido que en el sector energético ocurre lo mismo, ya que "parte del bono social ya lo está pagando la empresa" para hacer frente a la pobreza energética. Ha recordado que, tras la creación de Barcelona Energia, que tiene como principal cliente el ayuntamiento y se autoabastece con precios caros, la Generalitat también ha puesto en marcha una energética autonómica. Ha llamado a evitar este tipo de iniciativas, que conducen al "mal empleo de dinero público" y a la colocación de directivos que "no responden a lo que sería un perfil adecuado" y ha subrayado que "la colaboración público-privada es muy necesaria".