"Está destruyendo el Plan Cerdà". Así de claro se ha manifestado el presidente del RACCJosep Mateu, sobre el impacto de la superilla del Eixample en el marco de las jornadas DespertaBCN!. El líder del club de movilidad ha ido más allá: se ha empezado la casa por el tejado. "Todo el mundo dice que el eje verde es muy bonito, pero no se puede hacer si antes no tienes arreglado el transporte público metropolitano", ha criticado.

 

No es la primera vez que el RACC pone sobre la mesa esta urgencia. Durante los últimos años, la entidad ha llevado a cabo numerosos estudios para diagnosticar (e intentar remediar) los males de la movilidad en la Ciudad Condal. Pero el consistorio ha orillado estas propuestas, como ha lamentado Mateu: "Personalmente, la interlocución es buena. Profesionalmente, muy escasa".

Las consultoras, cautivas

"Ellos escogen a sus expertos y hacen sus simulaciones. Nosotros tuvimos que hacerlas con una empresa alemana porque prácticamente todas las consultoras de movilidad aquí eran proveedoras del ayuntamiento y dudábamos de su neutralidad", ha explicado.

"En el tema de las superilles nos dijeron que no podían participar porque no éramos expertos", ha ejemplificado.

Josep Mateu, presidente del RACC, en las jornadas 'DespertaBCN!' / GALA ESPÍN

¿Qué opinan los vecinos?

Además, el presidente de la asociación se ha defendido frente a las críticas de los comunes sobre un reciente informe en que seis de cada diez barceloneses afirmaban que circular por la capital era una odisea. Según esta cata demoscópica, cuatro de cada diez vecinos se sentían inseguros al transitar por las calles.

"De forma sorprendente, los responsables de la Administración al cabo de pocas horas decían que la encuesta no era buena, que habíamos preguntado a más gente del coche privado. Pero las encuestas del barómetro ciudadano preguntan 800 personas, la nuestra, a 2.000", ha replicado Mateu.

Más transporte público

En la parte propositiva, el RACC ha llamado a invertir más en transporte público, sobre todo en la red ferroviaria que funciona casi como una extensión del suburbano barcelonés. Sin reforzar esta alternativa no se solucionará el "colapso circulatorio" que sufre la capital cuando cada mañana más de 900.000 personas que viven en la conurbación penetran en la urbe.

"El transporte urbano dentro de la ciudad, el metro y el autobús, son correctos. Pero el enlace del tranvía por la Diagonal no era prioritario. Se ha impuesto por motivos políticos o privados", ha afirmado. Hay que recordar que durante el mandato de Jordi Hereu la ciudadanía fue consultada sobre esta interconexión. El rotundo no de los votantes enterró la idea hasta que fue resucitada por la alcaldesa Ada Colau.

El presidente del RACC, Josep Mateu, plantea sus propuestas en movilidad / GALA ESPÍN

El futuro de la movilidad

Mateu también ha aprovechado el diálogo con la subdirectora política de Crónica GlobalMaría Jesús Cañizares, para dibujar el futuro de la movilidad en la capital. Con dos claves: las formas de micromovilidad, como el patinete y la bicicleta irán a más --aunque convendría que se mejorase la formación de sus usuarios con algún "titulín"-- y el coche eléctrico aún tardará en sustituir al fósil. Sin olvidar la importancia de la moto, de la cual Mateu se ha declarado un usuario consumado.

Barcelona debe afrontar la transición hacia un modelo de movilidad más limpio, seguro y asequible con la mano tendida a los privados. El presidente del RACC ha propuesto para ello la creación de una agencia metropolitana que planifique a mayor escala las políticas públicas. Sin mayor colaboración entre empresas y Administración, moverse por Barcelona seguirá siendo una odisea. Por el momento, el ayuntamiento hace oídos sordos.