En la actualidad, las nuevas tecnologías y la digitalización de procesos han hecho que muchos sistemas se vean 100% renovados en numerosos sectores. En este sentido, hay que destacar aquellos que están diseñados para identificar de manera adecuada a las empresas y de esta forma, poder llevar un mejor control de las mismas. Es aquí donde cobra protagonismo el código LEI, una herramienta esencial para este fin.
Como ya se ha mencionado, hoy en día controlar la información de cualquier empresa es algo prácticamente obligatorio y lo cierto es que se realiza en todos los sectores. No obstante, es en el terreno financiero donde esto ha cobrado un mayor protagonismo, sabiendo que, según se establece en la legislación vigente, todas aquellas personas jurídicas que realizan transacciones con frecuencia en este mercado deben contar con la identificación que corresponda, cumpliendo una serie de requisitos.
Es aquí donde entra en juego el código LEI, es decir, el Legal Entity Identifier.
¿Qué saber sobre el código LEI?
Tal y como su nombre indica, se trata de un código que permite poder identificar a las empresas que desarrollan su actividad dentro del mercado financiero. De esta forma, gracias a este código, tanto los reguladores como las propias entidades están totalmente conectados y ayuda a que sean reconocidos a nivel mundial. De esta forma, el código hace que se pueda llevar un mejor control de la información de estas empresas y de todas las transacciones que vayan llevando a cabo.
Aunque no todas, pero sí la gran mayoría de empresas están obligadas a registrarse en LEI, sabiendo que se trata de un código que se emite de forma individual a cada entidad jurídica y siempre tiene como base la norma ISO 17442.
Una combinación de letras y números
El LEI hace función de identificador y, para ello, cuenta con un total de 20 símbolos, combinando letras y números y, normalmente, guardan un orden preestablecido.
Para tenerlo aún más claro, dentro de este orden los primeros 4 símbolos son los que muestran la Unidad de Operaciones Local, mientras que los números 5 y 6 siempre van a ser 0. Desde el número 7 al 19 serán cifras exclusivas que identificarán a cada empresa y, finalmente, los últimos números se utilizan para la verificación del propio código.
Una vez que se tiene el LEI, ¿cómo se renueva?
Como ya se ha comentado, el LEI es un código que debe tener prácticamente cualquier empresa y, una vez que se ha obtenido, hay que tener en cuenta que se debe renovar, según se indica en la normativa. La renovacion codigo LEI hay que hacerla cada año, sabiendo que, si se supera el plazo, el código quedará inactivo hasta que se renueve. Este proceso se vuelve muy necesario, ya que garantiza que todos los datos están totalmente actualizados y se han añadido los que son más relevantes.
Es evidente que esta renovación no es más que una actualización que se lleva a cabo en el registro, es decir, dentro de la base de datos de GLEIF.
¿Solo es por un año?
Lo habitual a la hora de la renovación del LEI es que se haga únicamente por un año, teniendo que repetir el proceso cada vez que el plazo lo indique. No obstante, este sistema también permite, en ciertas ocasiones, realizar la renovación de manera automática por periodos más amplios, de tres o cinco años. Si la empresa se acoge al tipo de renovación de mayor periodo de tiempo, será el propio registro LEI el que asuma la responsabilidad de actualizar todos los datos y verificar que son correctos.
Es importante mencionar que, en el caso de que se haya pasado el plazo, no se puede solicitar un nuevo LEI, sino que habrá que llevar a cabo el mismo proceso de renovación. Esto es debido a que, una vez que se ha asignado este código a una entidad, nunca puede cambiarse, ya que es un identificador único para cada compañía. En cualquier caso, para saber exactamente la fecha de renovación, existen webs especializadas que ayudan a conocer esta información o bien, siempre se puede consultar la base de datos de GLEIF.
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