Nueva sesión de pánico en las bolsas mundiales, especialmente en las europeas, tras un esperanzador rebote en la jornada precedente que ha resultado ser un espejismo. Las tensiones generadas en el sector financiero a causa de la quiebra de algunas entidades en EEUU se ha visto agravada por el hundimiento de Credit Suisse ante la manifiesta falta de apoyo de su primer accionista. La huida de los inversores, en vísperas de una reunión del BCE que ha cobrado un inesperado tono de gran incertidumbre ha derivado en un desplome del 4,37% para el Ibex 35, el mayor desde finales de noviembre de 2021.
Como sucediera el pasdo lunes, la banca ha arrastrado sin paliativos al indicador de la bolsa española, aunque en este caso ha contado con la inesperdada colaboración de otros valores de elevada capitalización como Repsol, penalizado por el súbito hundimiento de los precios del petróleo, Arcelor Mittal e Inditex, al que de poco ha servido presentar al mercado los mejores resultados anuales de su historia.
Contagio desde EEUU
Ningún potencial catalizador positivo ha sido suficiente para evitar la huida en estampida de los inversores, en un entorno especialmente sensible en el sector financiero desde que a finales de la semana pasada se conociera la quiebra del estadounidense Silicon Valley Bank (SVB) y las serias dificultades a las que se enfrentan otros bancos de similar dimensión.
La mejor prueba fue la furibunda reacción tras conocerse que el anuncio del Banco Nacional Saudí, primer accionista de Credit Suisse, de que dejará de inyectar dinero a la entidad helvética, sumida en dificultades financieras desde hace tiempo, a través de ampliaciones de capital ni otros instrumentos.
Dudas en torno al BCE
Los expertos aseguran que la noticia hubiera sido mal recibida por el sector en cualquier circunstancia pero no hubiera provocado una sobre reacción de tales dimensiones si el ambiente no estuviera ya tenso por otras circunstancias.
Entre éstas, además de la situación al otro lado del Atlántico, también está el cúmulo de dudas que, de repente, ha generado la reunión de este jueves del consejo de gobierno del BCE; hasta la fecha, se esperaba un nuevo incremento de tipos de interés, de entre 25 y 50 puntos básicos.
Otra vez, Banco Sabadell
Sin embargo, el hecho de que la Reserva Federal estudie aminorar el ritmo de las alzas que ha decretado hasta la fecha para contener la inflación como consecuencia de la crisis desatada en el sistema financiero ha motivado que el encuentro de este jueves se convierta en un inesperado foco de tensión.
En el Ibex 35, que ha protagonizado la segunda mayor caída entre los grandes índices europeos, sólo por detrás de Milán (-4,6%), la peor parte se la ha vuelto a llevar Banco Sabadell, de nuevo con descensos de dos dígitos (-10,49%, concretamente), aunque finalmente ha podido salvar la cota del euro por acción. No muy lejos ha cerrado BBVA, con un retroceso del 9,6%.
Tensión en materias primas
El resto de los bancos del selectivo se han movido en un rango de descensos que ha ido desde el 6,06% que se ha dejado Unicaja Banco al 6,89% protagonizado por Santander.
No obstante, al contrario de lo sucedido el pasado lunes, títulos de otros sectores se han unido al coro de afectados por el escenario de pesimismo generado en EEUU, que amenaza con extender el contagio a otros ámbitos como el de las materias primas.
Sólo Iberdrola se salva
Un contexto en el que se enmarcan las fuertes correcciones de Arcelor Mittal, muy cerca del 9%; Acerinox, que ha perdido casi un 7%; y Repsol (-6,95%), impactado por un imponente descenso de los precios del crudo, que también ha superado el 6% y que ha llegado a poner en peligro la cota de los 70 dólares por barril.
Para hacerse una idea de la magnitud de la caída y el pesimismo extendido entre los inversores, Iberdrola, que ha sido el único valor del selectivo que ha podido esquivar las pérdidas, apenas ha podido avanzar un 0,14%.