Una contundente medida del Gobierno de Reino Unido en materia de infraestructuras ha dejado a Ferrovial sin saber si podrá incorporar a su cartera internacional uno de los proyectos más emblemáticos de los que tiene como potenciales adjudicaciones, valorado en unos 2.200 millones de euros y que incluye el desafío de diseñar y construir uno de los túneles de carreteras más anchos del mundo.
Los efectos negativos que está generando la inflación en la economía británica ha llevado al Ejecutivo que lidera Rishi Sunak a tomar cartas en el asunto con medidas traumáticas. El Departamento de Transportes ha decidido retrasar dos años los grandes proyectos de infraestructuras en los que ha trabajado de forma intensa durante los dos últimos años, con una inversión conjunta de más de 14.000 millones de libras.
Se trata de la segunda fase de la línea de alta velocidad, en concreto los tramos que unirá la localidad de Crewe con Birmingham, uno de los extremos de todo el recorrido, y el paso por debajo del río Támesis y con conexión con las autopistas de salida de Londres, cuya finalidad será contribuir a la descongestión del tráfico en la capital del país.
Este segundo proyecto, denominado Lower Thames Crossing, ya había dado sus primeros pasos, hasta el punto de que National Highways, el organismo que gestiona la red de autopistas de Reino Unido, ya había seleccionado algunos socios para hacerlo realidad, entre los que se encuentra un consorcio liderado por la filial de Ferrovial en el país (Ferrovial UK) y del que también forma parte la ingeniería española Typsa.
Negociaciones
De hecho, una vez realizada la selección, National Highways ya negociaba con los diferentes grupos las condiciones de la definitiva licitación, a fin de que los tres aspirantes pudieran confeccionar las ofertas definitivas.
Entre ellos se encuentra también un grupo formado por filiales de ACS, como su cabecera del negocio de construcción, Dragados, y la alemana Hochtief.
El túnel más largo del país
El contrato estrella del Lower Thames Crossing es un doble túnel bajo las aguas del Támesis, con una extensión de 2,6 millas (unos 4 kilometros), que le convertirá en el de mayor longitud de todo el país. Además, el túnel contará con un ancho de 16 metros, con lo que pasará a ser el tercero del mundo en esta escala.
El consorcio de Ferrovial, que cuenta con la francesa Vinci como socio más destacado, también fue elegido en su día para uno de los contratos secundarios del proyecto, relativo a una de las carreteras con las que conectará el puente bajo el río que baña la capital británica.
La decisión del departamento de Transportes llega en plena tormenta para Ferrovial por la decisión de trasladar su sede social a Países Bajos, comunicada a finales de febrero, en el marco de la presentación de los resultados de 2022.
La medida se justifica precisamente por la creciente presencia de grandes proyectos internacionales en la cartera de Ferrovial, que ya cuenta con un porcentaje de ingresos procedente del exterior que supera el 80%.
Sydney, Toronto, Nueva York...
Entre las adjudicaciones recientes destacan las de proyectos de construcción en los metros de Sydney y Toronto. En este último caso, se trata del mayor contrato de su historia en el segmento de construcción, por valor de unos 4.500 millones de euros y también de la mano de Vinci, como en el caso del consorcio que aspira a la licitación de Lower Thames Crossing.
A esto cabe añadir la reciente entrada en el adjudicatario de la nueva terminal del aeropuerto JFK de Nueva York, cuyo montante se va por encima de los 1.100 millones de euros y que supone un hito para la compañía en EEUU por la trascendencia y el carácter singular de la obra. Hasta la fecha, la presencia de Ferrovial en el país se centraba en las concesiones de autopistas de peaje.
Prioridades
En este sentido, la paralización momentánea de los grandes contratos en Reino Unido resta una seria posibilidad a la compañía de engordar de forma significativa su cartera internacional, precisamente cuando busca cotizar en Wall Street con el objetivo de tener un foco más amplio con vistas a los inversores.
El Gobierno británico ha justificado la decisión en un ajuste de prioridades ante el escenario provocado por la elevada inflación y la necesidad de corregir la subida de los precios con subidas de tipos de interés, en detrimento del avance en la recuperación de la crisis de la pandemia.
Seguridad jurídica
Londres ha anunciado que centrará sus esfuerzos en detener cuanto antes las alzas de la inflación, en volver a la senda del crecimiento y reducir la deuda pública, para lo que precisa recursos que, en estos momentos, considera que no deben ser aportados como capital a las inversiones en infraestructuras.
Paradójicamente, uno de los argumentos esgrimidos por Ferrovial para el traslado de sede social ha sido la búsqueda de una mayor seguridad jurídica fuera de España; al menos en Reino Unido no parece haber encontrado el modelo deseado.