El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, ha lanzado un mensaje a aquellos críticos con los beneficios empresariales por considerarlos excesivos al asegurar que las cuentas son reflejo del tamaño y la situación de las compañías. “Si queremos beneficios pequeños, también queremos empresas pequeñas y de poca productividad”.

El ejecutivo se ha referido a los beneficios de la entidad en 2022, de 3.145 millones de euros, como “razonables, si se tiene en cuenta que suponen aproximadamente el 10% los fondos propios; pero en ningún caso abultados”.

Dividendos

Durante su intervención en un desayuno informativo organizado por CEDE, Gortázar también ha recordado que, en el caso de Caixabank, la Fundación La Caixa y el Estado son los grandes beneficiados de esos resultados, dado que encuentran un generoso retorno en forma de dividendo, dada su participación en el capital, que suma cerca del 50%.

Varios ministros se han pronunciado contra los resultados de la banca por considerarlos demasiado abultados mientras que el Gobierno aprobó un tributo sobre los ingresos de las entidades, al entender que tienen carácter extraordinario por la subida de los tipos de interés. 

El mejor momento en 15 años

Al respecto del actual escenario, Gortázar se ha mostrado convencido de que Caixabank se encuentra “en el mejor momento financiero de los últimos 15 años”, tras la exitosa integración de Bankia y el final de una larga etapa de tipos negativos.

“Tenemos la casa en  orden, en un punto de partida muy bueno para una nueva etapa”, ha apuntado el ejecutivo, quien ha remarcado que uno de los desafíos para la entidad es ofrecer productos a los clientes para satisfacer necesidades que ahora no tienen cubiertas.

Apoyo a mayores y municipios pequeños

En este sentido, Gortázar ha hecho hincapié en la estrategia que está siguiendo el banco para dar apoyo a sus clientes de mayor edad, “con 2.000 especialistas en la red y también con cajeros cada vez más simplificados”, con el objeto de que no supongan un problema para aquellos usuarios menos familiarizados con las nuevas tecnologías.

El ejecutivo también ha recordado el compromiso de permanencia de Caixabank en las más de 470 poblaciones españolas en las que se han quedado como única entidad. “Dijimos que no nos iríamos y no nos vamos a ir. ¿Cómo vamos a dejar a nuestros clientes? Hay que atenderles y darles lo que necesiten”.

Transición energética

Otro de los focos para Caixabank y el sector financiero en general es la lucha contra el cambio climático y el proceso de transición energética. En este punto, Gortázar se ha mostrado muy convencido del papel activo que tiene que representar la banca “como sector que está en medio de todo”.

“No tenemos que ser ‘policías del clima’, como nos han llamado a veces, pero sí unos buenos asistentes”, ha apuntado, para añadir que “una entidad como la nuestra debe ser catalizador de la transición energética. Ahora, cuando analizamos un crédito, además del riesgo y la rentabilidad que estudiábamos antes, también tenemos que analizar el impacto en el clima”. 

Para el consejero delegado de Caixabank, la diferencia con el escenario anterior reside en que “ahora, el planeta está incluido en el balance”.