Santander prevé elevar hasta el 50% el porcentaje de beneficios que reparte entre sus accionistas a partir del próximo año y alcanzar una base de clientes en todo el mundo de 200 millones en 2025, con el objetivo de obtener un retorno sobre activos tangibles (ROTE) de entre el 15% y el 17%. 

Estas son las líneas maestras del nuevo plan estratégico a tres años (2023-2025) que la entidad financiera presenta este martes en Londres, donde celebra el Día del Inversor, y que eran aguardas con expectación por el mercado.

Dividendos y recompras

En el caso de la remuneración al accionista, la estrategia del banco que preside Ana Botín pasa por mantener el esquema de los últimos años, con un reparto prácticamente proporcional entre la entrega en metálico de un dividendo y programas de recompra y posterior amortización de acciones. 

Hasta ahora, la entidad se había fijado un objetivo de pay-out del 40%, que ha cumplido hasta 2022, con el dividendo complementario y la recompra de acciones que en la víspera aprobó el consejo de administración.

Ratio de capital estable

Entre las principales metas que el banco ha fijado para 2025 también está la de alcanzar un crecimiento a doble dígito de media anual en el indicador que suma el valor contable tangible por acción y el dividendo por acción, considerado por la entidad como un “indicador clave de creación de valor”.

Además, Santander cuenta con lograr estos objetivos y mantener, al tiempo, la ratio de capital CET1 fully loaded en torno al 12%, que es la que hoy día mantiene como referencia y que le otorga un cómodo colchón sobre los mínimos exigidos por el Banco Central Europeo (BCE).

Eficiencia, caballo de batalla

Otros hitos que recoge el plan estratégico del banco en reducir la ratio de eficiencia hasta el entorno del 42% en 2025, desde el 45,8% en que cerró el pasado año. 

Este ha sido uno de los caballos de batalla de la entidad, que se había marcado como objetivo para 2022 situarlo en el 45%, algo que no pudo finalmente lograr, como ya adelantó al presentar las cuentas correspondientes al tercer trimestre; una circunstancia que el banco achacó, entre otros factores, a las presiones inflacionistas.

Aumentar los ingresos

Santander prevé también elevar la base de clientes activos hasta el entorno de los 125 millones, lo que supondrá añadir 26 millones nuevos en los próximos tres años, es decir, un 65% del total de clientes que lleguen por primera vez a la entidad si se cumplen las estimaciones.

Para este caso, el banco espera que este impulso comercial eleve sus ingresos entre un 7% y 8% en euros constantes cada uno de los tres años del plan.