Banco Sabadell ha alcanzado un acuerdo con Nexi para la venta de una participación mayoritaria de su negocio de pagos, que aglutina en torno a la filial Paycomet, un proceso en el que llevaba trabajando en los últimos años. La entidad percibirá 280 millones de euros por el 80% de la subsidiaria y permanecerá en el segmento a través de una alianza con el comprador por un periodo inicial de diez años.
La operación se enmarca en la estrategia de la entidad que preside Josep Oliu para reforzar su capital, cuya ratio CET1 fully loaded mejorará en 14 puntos básicos en el momento del cierre de la misma, previsto para el último trimestre de este año.
Posible salida a los tres años
El acuerdo con uno de los líderes europeos del negocio de pagos contempla la permanencia al menos durante tres años del Sabadell en el capital de Paycomet. A partir de entonces, la entidad dispondrá de una opción para deshacerse del 20% restante a cambio de 70 millones de euros adicionales.
La valoración total de 350 millones de euros de Paycomet podrá revisarse al alza “en función de la consecución de objetivos”, según ha aclarado la entidad con sede en Alicante en una nota remitida a los medios.
Impacto positivo inmediato
El banco estima que la operación tendrá además efectos positivos en su cuenta de resultados desde el primer año.
Pese a desprenderse de un porcentaje mayoritario de la división, Banco Sabadell ha manifestado su intención de permanecer en un negocio que considera clave para las áreas de empresas, negocios y autónomos, que considera como estratégicas.
Entrar con fuerza en España
“Este acuerdo incorpora economía de escala y mayor eficiencia de costes a nuestra propuesta, así como una mayor calidad en soluciones tecnológicas y especialización, todo ello para seguir mejorando el servicio a nuestros clientes”, ha manifestado Carlos Ventura, director general de Banca de Empresas y Red del Sabadell.
Por su parte, el consejero delegado de Nexi, Paolo Bertoluzzo, ha mostrado su convencimiento de que el banco español es el mejor aliado que podían encontrar para entrar “con una posición fuerte en España, un mercado que siempre hemos considerado muy atractivo para los pagos digitales debido a su gran potencial de crecimiento rentable y sostenible a largo plazo, de forma muy similar a Italia”.