Las acciones de Grifols lideraban las caídas del Ibex 35 en los primeros compases de la sesión de este miércoles con un descenso de más del 6% después de aceptar la dimisión del hasta ahora presidente ejecutivo, Steven F. Mayer, por motivos de salud y personales, y nombrar en el puesto a Thomas Glanzmann. En concreto, los títulos de la compañía se dejaban un 6,1% cercanas las 9.30 horas, hasta intercambiarse a un precio de 13,48 euros.
Mayer fue nombrado el pasado 30 de septiembre con el objetivo de acelerar la ejecución del plan estratégico de la compañía, y Grifols ha asegurado que el nombramiento de Glanzmann "refuerza este compromiso de continuar ejecutando la estrategia de largo plazo de la compañía"..
Un relevo clave
Según miembros del consejo de administración, el nombramiento de Glanzmann "será clave para implementar las acciones necesarias que permitan asegurar el crecimiento futuro". Thomas Glanzmann es consejero de la empresa desde 2006 y vicepresidente del consejo de administración desde enero de 2017. y cuenta con una extensa carrera profesional vinculada a la industria del plasma, habiendo ocupado, entre otros cargos, la presidencia de Baxter Bioscience y de European Biotech Group, o ejercido de consejero delegado de Immuno International.
Raimon Grífols Roura ha sido nombrado Vicepresidente del Consejo de Administración de Grifols como sucesor de Thomas Glanzmann, responsabilidad que combinará con sus actuales funciones como Consejero Delegado Solidario. Además, el consejo ha aprobado también el nombramiento de James Costos como miembro y Presidente de la Comisión de Sostenibilidad en sustitución de Glanzmann y su cese como miembro y Presidente de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones, en la que será sustituido por Carina Szpilka, que combinará con sus actuales responsabilidades como Consejera Coordinadora Independiente y miembro de la Comisión de Auditoría.
400 millones
Grifols anunció la semana pasada un plan de mejoras operativas con el que prevé un ahorro de costes de 400 millones de euros al año a partir de 2024 y que incluye una reducción del 8% de la plantilla, con despidos mayoritariamente en Estados Unidos, aunque un centenar serán en España. En concreto, contempla el despido de 2.000 empleados en la plantilla del negocio de plasma en Estados Unidos y otros 300 en funciones corporativas --entre los que se encuentran los aproximadamente 100 de España--.
El plan se centra en tres áreas principales: optimización de costes y operaciones de plasma, racionalización de funciones corporativas y otras mejoras de la eficiencia en la organización, y está previsto que se inicie en el primer trimestre de este año. La empresa prevé que la mayor parte de las medidas se hayan implementado antes del último trimestre de 2023 y espera un impacto de 100 millones de euros de ahorro en la cuenta de resultados de 2023; mientras que el resto se verá reflejado en los resultados de 2024. Por otra parte, se espera reducir el coste por litro a través del impulso en la digitalización, "optimizar la compensación a los donantes", cerrar centros de donación poco eficientes --ya se han clausurado 18-- y una reducción de los controles.