El expresidente de Pescanova Manuel Fernández Sousa-Faro ha sido condenado por el Tribunal Supremo a seis años de prisión al considerar probado que manipuló las cuentas de la compañía con el fin de atraer inversores.
El recurso presentado en su día por el antiguo ejecutivo contra la sentencia de la Audiencia Nacional, que le condenaba a una pena de ocho años, ha sido estimado parcialmente dado que el Supremo le ha absuelto de los delitos de estafa y falsedad documental, lo que explica la rebaja de dos años.
Indemnización de 125 millones
No obstante, la Sala de lo Penal del Supremo ha ratificado la condena a Fernández de Sousa-Faro como autor de un delito continuado de falsedad en las cuentas anuales en concurso medial con un delito también continuado de falseamiento de información económica y financiera, así como por delito de alzamiento de bienes.
El juez también mantiene que, solidariamente con la empresa Pescanova, deberá indemnizar con más de 125 millones de euros a los inversores perjudicados, tanto compañías como particulares.
Conducta descuidada
Además, el Supremo absuelve al auditor externo de Pescanova, así como a la compañía auditora y, en términos de responsabilidad civil, a la aseguradora de ésta, al estimar que el primero tuvo una conducta descuidada o desatenta, pero no el comportamiento doloso que resulta exigible respecto de los delitos por los que fue condenado.
De la misma forma, el Supremo exonera a dos compañías que habían sido condenadas como cooperadoras necesarias del delito de alzamiento de bienes porque entiende que los actos realizados por las personas físicas no lo fueron en beneficio, directo o indirecto, de aquéllas.