El fin del largo periodo de tipos de interés negativos en la eurozona no ha hecho que la banca retome algunas de las políticas y ofertas para sus clientes que, en su día, abandonó con el argumento de que el anómalo escenario provocado por más de una década sin alzas en el precio oficial del dinero hacía imposible hacer rentable el negocio financiero.
Ahora que todo parece volver a la normalidad, algunos servicios que entonces dejaron de ser gratuitos para los clientes permanecen con costes o bien salpimentados con las siempre molestas comisiones, que las entidades están poco a poco dejando sólo para los denominados clientes no vinculados, es decir, aquellos que no están ligados a la entidad a través de servicios como la domiciliación de nóminas o diversos servicios, así como de préstamos.
Depósitos sin remunerar
Uno de los elementos más llamativos es la remuneración de los depósitos, que parece haberse ido sin dejar dirección o sin billete de vuelta. Los grandes bancos descartan por completo volver a ofrecer algún tipo de estímulo para esta forma de captar pasivo pese a que ni los más optimistas esperaban que 2022 terminara con los tipos en positivo (las estimaciones más halagüeñas situaban este horizonte pasada la mitad de la década).
A la hora de justificar esta estrategia, son diversos los argumentos que el sector pone encima de la mesa, aunque sin duda el más común es el del decalaje temporal. Es decir, que aún es demasiado pronto para volver al escenario anterior dado que la subida de los tipos de interés aún no está lo suficientemente estabilizada para que sus efectos empiecen a dejarse sentir en los balances. Y menos aún después de seis años en negativo.
“Todavía no hemos superado el coste del capital en España y, al menos hasta que esto suceda, no vamos a volver a aplicar medidas de este tipo ni tampoco a remunerar los depósitos”, señaló recientemente el presidente del BBVA, Carlos Torres.
Preguntado al respecto en la presentación de unos resultados anuales que han marcado máximos históricos, el ejecutivo recordó que en la época de tipos negativos “no cobramos a los particulares por los depósitos pese a que seguíamos prestando en condiciones de rentabilidad mínimas”.
Presión de la competencia
Pese a que finalmente ninguna de las entidades de referencia llegó a poner en práctica esta medida, durante los últimos años el debate sobre si los bancos terminarían por cobrar por los depósitos si el escenario de tipos negativos se prolongaba estuvo sobre la mesa. No obstante, toda iniciativa que se puso en marcha se dirigió a empresas y otro tipo de ahorradores cualificados.
Apenas un día después, la presidenta de Santander, Ana Botín, mencionó exactamente la misma situación (“no cobramos en su día, no pagaremos ahora”) pero, además, introdujo otro de los factores que la banca está teniendo en cuenta para no volver al modelo anterior: la presión de la competencia.
Nuevos actores
“La situación de los bancos ahora es muy diferente a la de hace diez años”, apunta la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, en relación con las ofertas competidoras agresivas que han introducido en el mercado las llamadas ‘fintech’.
Al inicio de la era de tipos negativos, su presencia era testimonial pero el escenario ha cambiado de tal forma que algunos bancos comienzan a ofrecer alternativas a sus clientes diferentes de los depósitos aunque, más tarde o más temprano, terminen por percibir un retorno.
“No creemos que remunerar los depósitos a plazos sea lo más atractivo en estos momentos para nuestros clientes”, asegura César González-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell, cuya gestión ha hecho de la entidad la más recompensada por parte de los inversores por los resultados de 2022.
El ejecutivo de moda en la banca señala como alternativa ideal los fondos garantizados, dado que “tienen mayor remuneración y algo que es cada vez más apreciado, como la posibilidad de disponer de ventanas de liquidez sin penalización. Por eso, cada vez optamos más por este tipo de producto que por un depósito que termine por remunerarse”.
Alternativas atractivas
En el caso de Bankinter, hace tiempo que apostaron por productos como la cuenta nómina, imitado posteriormente por la competencia. Desde el banco presidido por Pedro Guerrero insisten también en “nuevos fondos, como uno de los últimos que hemos comercializado de renta fija soberana”, en plena oleada de subida de los diferenciales.
Similar es el pensamiento de Gonzalo Gortázar, consejero delegado de Caixabank, que tiene claro que “el mejor retorno no se consigue con la remuneración de los depósitos. Los fondos de inversión ofrecen rentabilidades más atractivos, combinados con una ventajosa fiscalidad”, una idea que, según ha admitido, trasladan a los clientes que buscan asesoramiento.
¿Y las comisiones?
¿Y qué sucede con las tan traídas y llevadas comisiones que llegan un día pero después parecen no irse nunca? En este sentido, Gonzále-Bueno señaló que “los clientes entienden que si su cuenta no tiene remuneración es a cambio de los servicios que recibe y, por eso, no le gustan las comisiones”.
La mayor parte de los bancos dicen haber eliminado comisiones o bien aplicarlas solo a aquellos clientes que no forman parte de su perímetro estratégico.
Clientes vinculados
“Más de doce millones de clientes de Caixabank no pagan comisiones de ningún tipo”, recuerda Gortázar, en referencia a los denominados clientes vinculados, aquellos cuya relación con la entidad va más allá de una cuenta corriente (nóminas, recibos o productos como hipotecas, seguros o fondos).
“Todo dependerá también de lo que haga la competencia; tenemos mucha competencia y todos estamos pendientes de lo que hacemos”, apuntó el presidente del BBVA, hacia una posible clave de que algunas cosas vuelvan a ser como antes, aunque sea la nueva banca de las 'fintech' las que tengan que poner ese balón en juego.