Turquía se mantiene como una de las grandes incógnitas del BBVA para el futuro y la entidad así lo admite con vistas a los mercados, aunque públicamente refuerce la idea de que se trata de una apuesta a largo plazo por un mercado de gran potencial. Sin embargo, no es casualidad que esta sea la única de las principales geografías del banco para la que no hay perspectivas de mejora en 2023.
Así lo ha trasladado la entidad financiera a los analistas en un marco altamente positivo y favorable como ha sido el de la presentación de resultados del pasado año, que han arrojado los beneficios más elevados de su historia (6.420 millones de euros, un 38% más que en 2021), lo que le permite empezar a recuperar el vuelo después de unos últimos ejercicios complicados por el entono de tipos negativos.
“No vamos a revisar los objetivos para 2024 porque todavía estamos en el primer año de nuestro plan y, además, estamos en el camino de alcanzarlos, aunque nos siguen diciendo que son demasiado agresivos”, aseguró el consejero delegado del BBVA, Onur Genç, en la puesta de largo de las cuentas de 2022 ante los analistas.
Con vistas al ejercicio que acaba de comenzar, las perspectivas de la entidad son positivas en los principales mercados en los que opera. Sin ir más lejos, para España estima un incremento del margen de intereses superior al 20%, en un entorno en el que aun se esperan revisiones al alza del precio oficial del dinero por parte del Banco Central Europeo. Al tiempo, también dibuja en su escenario base un avance moderado de las comisiones netas.
Entorno de hiperinflación
Para México, mercado que aporta cerca de un 60% del resultado del banco que preside Carlos Torres, las expectativas apuntan también a una mejora del margen de intereses pero, sobre todo, del crédito, del que espera que siga creciendo a doble dígito.
Frente a este panorama, para Turquía dibujan un escenario en el que su aportación al grupo sería similar a la del año 2022. Una cuota que, por lo pronto, se ha visto afectada por el entorno de hiperinflación que ha padecido el país otomano (con incrementos del IPC claramente por encima del 60%) que ha hecho que la aportación a resultados se haya quedado en 509 millones de euros.
Gestión prudente
En su comparecencia ante la prensa, Genç señaló que el beneficio se hubiera ido por encima de 2.000 millones de euros de no ser por la desbocada subida de los precios. Pero hay algo más.
“En Turquía hay mucha incertidumbre. Por eso estamos gestionando el banco de una forma muy prudente, pendientes de lo que pueda suceder”, confesó el consejero delegado a los analistas.
Perfecto conocedor de su país y las actuales circunstancias que le rodean, el ejecutivo se refirió a factores como los próximos procesos electorales y las decisiones de política monetaria, que tanta polémica han causado en trimestres anteriores por el empeño del Gobierno liderado por Recep Erdogan en rebajar los tipos de interés pese al comportamiento de los precios.
El banco admite que la política monetaria turca es una incógnita y sus máxima esperanza es que “entendemos que el sistema tiene que entrar en vías de estabilidad en algún momento. Cuando eso suceda, nuestra situación será muy buena porque tenemos uno de los mejores bancos del país”.
Decisión correcta
Precisamente, la decisión de BBVA de destinar parte del exceso de liquidez derivado de la venta de su negocio en EEUU en elevar su participación en Garanti, del que ya controlaba casi el 50%, fue ampliamente criticada por el mercado, que penalizó a la entidad española en bolsa por considerar que había destinos mejores para colocar el dinero.
Pese a las señales que emite aquel mercado y la falta de visibilidad que el propio banco reconoce tener, su presidente insistía ayer ante los medios que la decisión fue correcta y que el consumo de capital que acarreó apenas fue significativo.
El mercado aplaude los resultados
“Apenas supuso un 10% del exceso que teníamos tras salir de EEUU”, señaló Torres, que apuntó como dato adicional que el banco aún mantiene unos 2.500 millones de esta partida y recordó que uno de los objetivos del plan a tres años es finalizarlo con el excedente prácticamente agotado.
El mercado ha acogido con optimismo las cifras presentadas por BBVA, que protagonizó la sesión bursátil del miércoles, en la que fue de menos a más y concluyó con alzas del 4,7%, hasta 6,76 euros, en la zona de máximos de los últimos cinco años. Desde que comenzó el año, su revalorización supera el 20%, lo que en términos de capitalización bursátil supone un avance cercano a los 6.800 millones de euros.