¿Safaris que no son safaris? En el imaginario colectivo, una expedición por la sabana africana trae consigo imágenes de Hemingway, Tarzán y el doctor Livingstone. Una mirada distorsionada de la que puede zafarse el viajero occidental si confía su periplo a Rift Valley, una pequeña agencia de Sabadell que promueve una forma de viajar alternativa al continente vecino.
Al frente de la propuesta se halla Toni Espadas, quien acumula una experiencia de más de 20 años en el sector. En 2010 abrió Endoethiopia PLC, su primera agencia de viajes en Etiopía, país al que siguieron Uganda, Tanzania, Gabón, Eritrea, Benín y un largo etcétera.
Viajes responsables
En 2014, la propuesta se hizo mayor con Rift Valley Expeditions y se estructuró en torno al concepto de los viajes responsables. La agencia ha pasado estos días por la feria Fitur para dar a conocer su oferta de turismo y ocio basada en el respeto al entorno y el trabajo con los locales para brindar una experiencia más auténtica (y respetuosa con la fauna).
No se trata solo del enfoque, que privilegia la mezcla de cultura, naturaleza y comunidad, sino también del destino. Frente a localizaciones muy trilladas por el viajero, como Marruecos, Tanzania y Kenia, Rift Valley contrapone otros safaris en países como Nigeria y Angola, que para el público español son algo más desconocidos. Actualmente, la empresa tiene delegaciones en Addis Abeba, Entebbe, Cotonou, Arusha, Libreville y Nairobi.
Nuevas rutas
El pasado mayo, la compañía reactivó las rutas en Etiopía, país hasta ahora vedado por el conflicto bélico que estalló en noviembre de 2020. De hecho, la inestabilidad al norte del país ha llevado a un parón en el turismo durante dos años.
Sin embargo, en otras partes del territorio se ha abierto la posibilidad de organizar expediciones que tienen el incentivo de coincidir con la cuna de la humanidad.