La startup Wallbox, especializada en la fabricación de puntos de carga para coches eléctricos, ha anunciado un programa de reducción de costes que afectará aproximadamente tanto al 15% de su masa salarial como al resto de gastos operativos. La medida se ejecutará tras el pinchazo de los autos eléctricos en Europa: a lo largo de 2022 se entregaron 2,6 millones de unidades frente a los 3,3 millones previstos, según Bloomberg.
En un comunicado, el grupo ha detallado que su plan tendrá un ahorro anual de unos 50 millones de euros, que se repartirán a partes iguales entre salarios y operativa. Actualmente, la compañía emplea a 1.400 trabajadores, el 80% de los cuales se hallan en España. Esta política de contención, cuya negociación interna se iniciará el próximo 6 de febrero, pretende adecuar su estructura de costes a las previsiones de ventas para 2023.
"Decisión dolorosa"
"No tomamos estas decisiones a la ligera. Esta es una decisión dolorosa. Trabajaremos duro para minimizar el impacto a todos los afectados y les traslado mi más sincera gratitud por su contribución a Wallbox", ha declarado Enric Asunción, cofundador y consejero delegado de la empresa.
"Invertimos mucho en capacidad de fabricación e innovación de nuevos productos en 2022, lo que mejora nuestra posición competitiva a largo plazo y nos prepara bien para un crecimiento continuo. Sin embargo, las interrupciones a corto plazo en las cadenas de suministro globales han afectado las tasas de entrega de vehículos eléctricos por parte de los fabricantes, lo que nos obliga a alinear nuestra estructura de costes al entorno actual de la demanda", ha argumentado Asunción.
Más ventas... pero en pérdidas
En el tercer trimestre de 2022, la startup registró una facturación de 44,1 millones de euros, un 140% más en términos interanuales. Sin embargo, su beneficio bruto (ebitda) fue negativo con 20,7 millones en pérdidas. Pese a estos números rojos, el grupo puso en valor que su cuota de mercado había pasado del 15% al 19% y que entre julio y septiembre vendió 67.000 cargadores, casi el doble que en el mismo periodo de 2021.
Las perspectivas son que los ingresos en el cuarto trimestre del año se sitúen entre 42 y 52 millones de euros, algo por debajo de lo inicialmente previsto. Esta horquilla supondría una tasa de crecimiento interanual de entre el 60% y 100% y que el margen bruto sea del 40%.
Apuesta por EEUU
El pasado octubre, Wallbox inauguró una gran planta en Arlington (Texas, Estados Unidos), que abastecerá a la compañía de más de 250.000 unidades en 2022 y más de un millón en 2030. Las instalaciones cuentan con 12.000 metros cuadrados y se ubican en uno de los principales mercados para la firma.
Aparte de su fábrica estadounidense, Wallbox tiene dos centros productivos en Barcelona --en la Zona Franca de la capital catalana y en Sant Andreu de la Barca-- y otro en China. La startup dio el salto a la bolsa de Wall Street en 2021 para conseguir financiación con que afrontar sus objetivos estratégicos.