Alternativo, sostenible, diversificado y respetuoso con el entorno son algunas de las claves que la Diputación de Barcelona proyectará estos días desde la feria más importante del sector para promocionar los numerosos atractivos de las tres marcas turísticas de un destino extraordinario: Costa Barcelona, Paisatges de Barcelona y Pirineus Barcelona. Un destino consolidado que concentra, en cerca de 8.000 km2, 12 comarcas, más de 100 km de playas y hasta 12 parques y espacios naturales.
Puesta en valor del ferrocarril, ADN del territorio
Núria Marín, presidenta de la Diputación, presentó durante la jornada inaugural las nuevas propuestas estratégicas de la provincia. Primero fue el turno de los trenes turísticos tematizados, un producto que ya funciona con éxito en Galicia. “Barcelona y los trenes tienen una larga historia”, apuntó Marín en referencia a la importancia que ha tenido el ferrocarril en el desarrollo del territorio, sin olvidar que fue precisamente en Cataluña donde se inauguró la primera línea ferroviaria española que cubría el trayecto Barcelona-Mataró. Destacó además su relevante papel en “la democratización del turismo”. Por eso la puesta en marcha de esta nueva experiencia resulta especialmente atractiva. El principal objetivo es “acercar al turista, las personas que vienen a Barcelona, al territorio. Que lo puedan conocer y disfrutar”.
Durante la rueda de prensa, celebrada en el nuevo stand, Núria Marín e Isaías Táboas, presidente de Renfe, avanzaron las rutas que partirán desde la estación de Francia los sábados de mayo a junio y de septiembre a octubre de 2023. La Barcelona chispeante: visita los vinos espumosos (Sant Sadurní d’Anoia); La ruta de los modernistas gourmets (Mataró y Canet de Mar); Fotografía y modernismo (Terrassa); Descubrir el mar de la Costa Barcelona (Vilanova i la Geltrú y Sitges); Un mar de historias (Badalona) y Naturaleza y relax (Granollers) serán los seis primeros itinerarios programados. Aunque aún hay que ultimar detalles, como horarios o precios (en torno a 50-60 €), lo que sí han confirmado es que los billetes se podrán adquirir tanto en la estación como a través de la página web de Renfe.
Un proyecto que encaja a la perfección en el acuerdo firmado el pasado mes de marzo entre Renfe y la Diputación para promover la movilidad sostenible en el territorio.
Barcelona a golpe de pedal
El cicloturismo es la otra gran apuesta de la Diputación y el retorno de La Vuelta Ciclista a la ciudad de Barcelona supondrá un magnífico escaparate. El 26 de agosto la Ciudad Condal dará de nuevo, después de 60 años, el pistoletazo de salida de esta importante competición deportiva. Un acontecimiento que sin duda servirá para promocionar los encantos de la provincia. La primera etapa será una contrarreloj de 14,6 km que recorrerá algunos de los puntos más emblemáticos de la capital catalana.
El segundo día la carrera partirá de Mataró y pasará, entre otros lugares, por Manresa, el Parc Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, Sant Andreu de la Barca o el Circuito de Catalunya para finalizar en la montaña de Montjuic. La tercera y última etapa de 158,5 km comenzará en Súria y tras pasar por Cardona tendrá la meta en Andorra. Javier Guillén, director de La Vuelta, el exciclista Joaquim Rodriguez conocido como “Purito” y el diputado de Deportes David Escudé han acompañado a la presidenta de la Diputación durante la presentación.
Pero no todo son competiciones de alto nivel. La demarcación de Barcelona cuenta con 10.000 km aptos para el cicloturismo. Una extensa red transitable que se ampliará durante los próximos años gracias al proyecto de recuperación de varios tramos de Vies Blaves, un conjunto de recorridos que transcurren por los cauces del Llobregat y de sus afluentes, el Cardener y el Anoia. “Purito”, destacó los muchos alicientes para “pedalear” Barcelona como por ejemplo el clima, la gran diversidad de paisajes, rutas adaptadas a distintos niveles, grandes puertos de montaña para los más atrevidos o los infinitos atractivos culturales y gastronómicos que ofrecen los municipios barceloneses. Por si fuera poco, para Núria Marín, esta manera de viajar contribuye a “hacer un territorio más amable y sostenible”.