Los cuatro peajes de las carreteras catalanas, todos ellos en vías de titularidad de la Generalitat, se encarecerán en 2023 en hasta un 7,3%, el porcentaje equivalente al aumento interanual del Índice de Precios de Consumo (IPC) registrado en octubre. En Cataluña no queda ninguna vía de titularidad estatal con barreras de pago tras la finalización de las concesiones de la AP-7 y la AP-2, por lo que la subida del 4% del Gobierno, tres puntos menos que la Generalitat, no tendrá efecto en la comunidad.
La Consejería de Territorio ha informado de que las tarifas del túnel del Cadí se incrementarán en un 6,57%; los de Vallvidrera, en un 7,3%; y los del tramo de la C-16 comprendido entre Sant Cugat, Terrassa y Manresa, en un 7,19%. En la C-32 sur, entre Castelldefels, Sitges y el Vendrell, el aumento será de un 7,3%.
Nuevas bonificaciones
Con todo, el Departamento remarca que el año próximo entrarán en vigor nuevas modificaciones en las bonificaciones para algunos usuarios, que pagarán menos de lo que pagaban hace 15 años, lo que conllevará que el Govern deje de ingresar alrededor de 50 millones de euros.
Los descuentos están pensados para quienes usan los peajes por "movilidad obligada", es decir, porque tienen difícil alternativa al uso del coche para desplazarse hasta su lugar de trabajo.
Nuevo incremento
El Ejecutivo catalán subraya que en Manresa, en supuestos de "movilidad obligada", se pagarán menos de dos euros por primera vez en más de 20 años. En el caso de la C-32, en la barrera de Vallcarca los precios serán los más bajos desde 2008.
También recuerda que en la última década, el crecimiento de las tarifas en las vías de titularidad autonómicas ha sido muy bajo e incluso negativo en algunos ejercicios. Una tendencia que se revirtió el año pasado, con un incremento del 5,4%.