Invierno demográfico en Cataluña: menos de dos cotizantes por pensión

Las dudas sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones, ante factores como un incremento de las jubilaciones notablemente más intenso que el de cotizantes de la Seguridad Social, se hacen patentes en Cataluña. Las tasas de dependencia que presenta el territorio están a punto de caer por debajo de dos afiliados por cada pensión y el escenario es aún más alarmante en provincias como Lleida y Tarragona. 

Con los últimos datos de cierre del mes de noviembre, Cataluña cuenta con 2,27 personas en el sistema de la Seguridad Social por cada pensionista, levemente por encima de la media del conjunto de España, que se sitúa en 2,11 y que hace tiempo que ha hecho saltar las alarmas.

Más pluripensionistas 

Sin embargo, se da la circunstancia de que Cataluña es la comunidad autónoma en la que la media de pensiones por pensionista es más elevada de todo el Estado, con 1,135 prestaciones por persona, frente a una media nacional de 1,104, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social.

De este modo, la ratio entre el número de afiliados al sistema y el número de pensiones que sufraga se reduce a 2 en el caso de Cataluña.

Aunque también en esta relación supera la media del Estado, que se sitúa en 1,91, los guarismos indican que el sistema de pensiones comienza a soportar tensiones que serán difícilmente sostenibles en el tiempo. 

Muchos expertos consideran que la arquitectura del esquema de pensiones comienza a presentar riesgos de resquebrajarse cuando la ratio de cotizantes por cada pensionista cae por debajo de dos. Pero, como se ha señalado anteriormente, en el caso de Cataluña cabe tener en cuenta el fenómeno particularmente intenso de la pluripensión. 

La situación de Barcelona

Las cifras a cierre de noviembre apuntan a que en el territorio hay algo más de 208.000 personas que perciben más de una retribución de este tipo. La cifra representa un 13,4% del total de pensionistas, 3,1 puntos por encima de la que se corresponde con el conjunto de España. O, visto desde otra perspectiva, el 22,3% de españoles que perciben más de una pensión se encuentran empadronados en Cataluña.

Como es obvio, la situación de Barcelona es muy similar a la de la media de la Comunidad Autónoma, dado que tres de cada pensionistas vive en la provincia que alberga la Ciudad Condal. Así, la ratio de afiliados por pensión en Barcelona es de apenas 2,04, mientras que si se tienen en cuenta los pensionistas sube a 2,32. 

Tarragona y Lleida, bajo mínimos

Pero en las restantes tres provincias, la situación es aún más preocupante dado que el denominado invierno demográfico llega a ritmos más acelerado. Destacan en este sentido los escenarios de Lleida y Tarragona. En ambas los cotizantes por pensionista se sitúan por debajo de la media del Estado (2,1 y 2, respectivamente).

Pero, además, la ratio respecto del número de pensiones es más alarmante. En el caso de Lleida, se situó en noviembre en 1,86 mientras que Tarragona presenta una de las cifras relativas más bajas, con 1,78.

Pensionistas en Barcelona contra el Pacto de Toledo

Otro factor significativo es la comparación entre Barcelona y Madrid, la provincia con la que se puede equiparar de manera más fiel en aspectos socioeconómicos, tanto por volumen de población como de actividad económica. En el aspecto referido a la sostenibilidad del sistema de pensiones, las distancias son muy apreciables a favor de la que alberga la capital de España.

Así, en Madrid la tasa de dependencia supera levemente la cifra de 3 afiliados por pensionista, con una diferencia de 0,7 a su favor respecto de la provincia de Barcelona. Si la comparación se hace con la referencia de las pensiones, la distancia se amplía aun algo más (2,8 cotizantes por retribución en el caso de Madrid, frente al referido 2,04 de Barcelona).

Debate sobre la reforma

Al contrario de lo que sucede en Cataluña, en Madrid se da uno de los menores porcentajes de pluripensionistas, con una media de 1,088 retribuciones por pensionista; no obstante, no es el factor que justifica la diferencia que se da entre ambos territorios.

En pleno debate sobre el futuro del sistema de pensiones y con las negociaciones sobre la reforma exigida por la Comisión Europea encima de la mesa, los números empiezan a hablar de una situación que tarde o temprano terminará por estallar. 

El caso de Ourense

La situación en Cataluña no es precisamente la peor dentro del conjunto de España. Tras una leve tregua, la provincia de Ourense ha vuelto a saltar a las primeras planas de los periódicos por bajar de nuevo de la unidad en la tasa de dependencia; es decir, por contar con más pensiones que afiliados al Sistema.

Con todo, la perspectiva es más que delicada con vistas a los próximos ejercicios, en los que se prevé un considerable incremento del número de pensionistas dado que comenzarán a jubilarse las personas que pertenecen a la generación del denominado ‘baby boom’ de los años 60, un periodo en el que la tasa de natalidad se elevó de forma notable una vez llegó una cierta estabilidad al país tras unos largos años de posguerra. 

Desde 2015, el incremento neto del número de pensionistas (esto es, la diferencia entre las altas y las bajas definitivas) se sitúa cerca de los 85.000 anuales. En estos últimos siete años, algo más 3,3 millones de personas se han convertido en nuevos pensionistas.