El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha asegurado en una entrevista en La Vanguardia que las relaciones entre la patronal española y Foment del Treball no se verán perjudicadas tras las recientes elecciones en la confederación empresarial. "Foment del Treball es una organización importantísima en la CEOE, lo ha sido siempre, lo va a seguir siendo y en ningún caso nadie va a ser excluido de esta casa", ha afirmado.
Aunque no se ha mojado al ser preguntado sobre si Josep Sánchez Llibre repetirá como vicepresidente de CEOE. "Cuando ganas unas elecciones tienes libertad para proponer a la junta directiva cuál puede ser el comité ejecutivo", ha dicho, antes de añadir que "no sobra nadie". Garamendi ha dejado para el próximo 21 de diciembre, fecha en que deberá conocerse la nueva estructura organizativa, el detalle de los nombres de la cúpula patronal.
Buenas relaciones con Foment
La presentación de la vicepresidenta de Foment, Virginia Guinda, como rival de Garamendi en los últimos comicios ha enrarecido las relaciones entre ambas casas. Pese a que el segundo revalidó el cargo con holgura, el debate en el seno de CEOE está abierto por el perfil que debe adoptar la organización en los debates de fondo que se afrontarán el próximo año. Entre estos asuntos están la continuación de la reforma laboral, en asuntos como la retribución y causas de los despidos, la subida del salario mínimo y el debate de las pensiones.
Pese a este mar de fondo, el presidente de CEOE ha rebajado el nivel de ruido interno. "Las relaciones con Foment no las veo mal. Si ves los viajes que he hecho a Barcelona, las veces que he estado en Cataluña, es tanto o más que en cualquier otro sitio de España; nadie habrá visto en ningún momento que yo no haya colaborado", ha asegurado. Además, ha expresado que uno de sus objetivos es que las empresas puedan volver a Cataluña con "tranquilidad".
Pensiones y salarios
Respecto a la actualización de las pensiones, el líder patronal ha reclamado que la indexación al Índice de Precios de Consumo (IPC) vaya acompañado de un factor de sostenibilidad. "Lo pusimos como condición, se nos prometió y no sabemos nada de ese factor. Ahora cada punto de subida de inflación son 1.500 millones de euros más, más el efecto del baby boom, y esto no es sostenible", ha argumentado.
Por contra, Garamendi ha rechazado que la subida de los salarios deba acompasarse a la subida de los precios. "Nadie está diciendo que no suban los salarios, es evidente que tienen que subir, pero tenemos que ver cómo se gestiona esa subida para que no genere inflación de segunda ronda", ha advertido.