Una encuesta elaborada por la EFPA España (Asociación Española de Asesores y Planificadores Financieros) ha revelado recientemente que los asesores financieros otorgan a los españoles una nota media de 4,33 sobre 10 al nivel de educación financiera. La mitad de los profesionales aprueba a los españoles en este ámbito y apenas un 11% otorga una nota global o superior al 7.
Aunque esta misma encuesta demuestra que el 62% de los asesores financieros detecta una mejora del nivel de educación financiera en España en los últimos años, es cierto que el conocimiento básico en finanzas sigue siendo nuestra gran asignatura pendiente.
Presentación de la Guía
En este contexto, Prestalo, el marketplace de préstamos online, en colaboración con David Igual Molina, Profesor de banca y finanzas de la UPF Barcelona School of Management, y con la cooperación y apoyo de la AEFI, Asociación Española de FinTech e InsurTech, presentan la Guía de las Finanzas Online para no financieros. El libro, que ya se puede descargar en la página web de Prestalo, se ha presentado en un desayuno en el que los coautores han debatido sobre diferentes temas, como el papel de las FinTechs en la educación financiera, la descentralización de los productos financieros, los principales retos en este sector y las iniciativas a priorizar.
A pesar de que a nivel privado son muchas las empresas que optan por iniciativas que fomentan la educación, “poner medidas desde una temprana edad para fomentar que todo el mundo tenga un conocimiento básico sobre finanzas, debería ser una propuesta gubernamental. Desde el momento en que entra un euro en nuestras vidas, vamos a necesitar al sector financiero. Educar en finanzas es la apuesta que la AEFI siempre ha hecho” comentaba Leyre Celdrán, Business manager director en AEFI.
Bajo porcentaje de uso
Según datos de Prestalo, se estima que el 70% de los españoles utiliza servicios de banca digital con mayor o menor intensidad, sin embargo, solo el 20% tiene algún producto financiero contratado.
Esto es debido a que “a la hora de enseñar a los clientes los productos financieros que tienen disponibles para contratar, la mayoría reconocen que no entienden las condiciones, principalmente por el vocabulario técnico, y por ello muchas personas acaban optando por no contratar ninguno. Creo que hace falta mucha más transparencia y cercanía con el cliente, que también es posible, aún siendo un servicio digital. En el momento en que la gente accede a estos productos, hace falta que estos tengan unos consumibles fiables para poder entender, como guías o soportes que además estén validados, y que tengan información transparente de cómo funciona para que el usuario pueda tomar decisiones sin miedo”, añadía David Igual Molina, Profesor de banca y finanzas de la UPF.
La digitalización del sector financiero como alternativa al modelo de relación tradicional
Uno de los puntos que más han resaltado los coautores del libro ha sido la digitalización que está viviendo el sector financiero. La banca está apostando por el sector FinTech, bien digitalizando sus servicios en base a lo aprendido de las tecnológicas, o bien incorporando las FinTechs a sus sistemas como opción segura. “No se puede vivir de espaldas a la tecnología y la banca tradicional lo sabe. La banca se ha dado cuenta que mantener las tecnologías que se implantaron en los años 90 eran caras y no se podía gestionar con sólo un informático, por ello ahora han puesto la mirada en las FinTechs actuales para suplir esa tecnología que tanto necesitan”, explicaba Leyre. “Creo que esta colaboración entre la banca tradicional y las FinTechs es algo que debe tener más visibilidad, porque permite hacer crecer el sector de una manera más sana y con futuro. La digitalización permite acercar la oferta global de todo el sistema financiero a los consumidores frente al modelo anterior de una relación cliente-banco como proveedor único de soluciones financieras”, añadía David.
En línea con este argumento, Kristoffer Hanson, CEO y Co-founder de Prestalo destacaba uno de los principales beneficios de la era digital: “Uno de los puntos a favor de la digitalización es que favorece la descentralización de los productos financieros rompiendo con el monopolio de relación entre cliente-banco, para que el primero tenga a su alcance la oportunidad de comparar y obtener productos financieros por otras vías y canales, y sobretodo, con proveedores especializados en cada vertical”.
Un cambio imparable
Estamos viendo desde hace un tiempo como cada vez son más los bancos que optan por eliminar sus oficinas físicas. Esto puede agradar más o menos a los usuarios, pero la realidad es que es el futuro. La digitalización acaba de empezar y no se sabe muy bien hacia dónde va a ir, pero internet ayudará a que los usuarios no dependan de un solo banco.
Para Kristoffer Hanson: “Internet nos permite tener acceso a una oferta inmensa a todo, no solo de España sino del mundo. Por esta razón tenemos que replantearnos cómo utilizamos la banca si no la estamos usando online. En países como Suecia, el uso de banca online es un 95% entre los usuarios. Por ejemplo, en Estocolmo, las sucursales ya plantean tener solo 4 oficinas en todo el país mientras que, en España, a pesar de haberlas empezando a reducir, tenemos todavía centenares de ellas”. Todos coinciden en el progreso de las finanzas online a pesar de ser un avance lento y heterogéneo en el territorio español.
El miedo al fraude y la inseguridad: retos de la educación financiera
Uno de los temas que ha generado más debate en la presentación ha sido dos de las principales preocupaciones de los usuarios en lo que se refiere al uso de las finanzas online. Por un lado, el miedo al fraude, entendido como la desconfianza hacia una banca digital que todavía muestra una falta de transparencia en sus productos. “Para favorecer esta confianza, una de las cosas que tendrían que hacerse es incorporar más información transparente a la hora de contratar un producto financiero porque de esta manera el usuario puede llegar a entender qué está adquiriendo y que queden resueltas todas las dudas”, explicaba David.
Sin embargo, para los expertos este tipo de miedo viene en parte motivado por una sensación de inseguridad y falta de protección de la identidad personal. “Esto es un error común. Hay que explicar que es más seguro transaccionar desde el punto de vista digital que físico, porque las medidas que incorporan muchos productos digitales ya llevan unas barreras muy superiores a las que tiene el mundo físico. Por ejemplo, si vas a pagar con el móvil sólo puede ser con tu huella digital mientras que desde el punto de vista físico con el uso de la tarjeta hay más riesgo. Otra cosa son luego las suplantaciones de identidad, etc; y ahí es dónde debe entrar la educación financiera y un plus de formación para que los usuarios tengan conocimiento de estas situaciones y cómo se pueden evitar”, añadía David.
Vencer el miedo con educación
“En Europa existe también una gran preocupación por el uso de los datos y la suplantación de identidad y hemos visto cómo las leyes han incorporado regulaciones para que como usuarios podamos sentirnos más seguros y protegidos con nuestra información”, explicaba Leyre Celdrán. Asimismo, Leyre añadía la necesidad de conjugar innovación financiera y protección del usuario para tratar de evitar este miedo al fraude: “Ambas deben convivir, pero sabemos que no es tarea sencilla. Porque esta convivencia puede suponer grandes retos a la innovación, pues una excesiva regulación ante el fraude y en favor de la protección del usuario puede frenar los procesos de crecimiento y futuro de las empresas”. Por su parte. Kristoffer Hanson ha insistido en la voluntad de las FinTechs para favorecer una banca digital sin barreras, accesible a todo el mundo, transparente y que permita garantizar al usuario que sus finanzas están en buenas manos.
Por último, los tres portavoces coincidieron en la necesidad de seguir aportando valor a la educación financiera desde todos los ámbitos: las empresas, las instituciones, los medios de comunicación. Esta Guía es una primera toma de contacto en la que se reúne toda la información de los productos financieros que tenemos actualmente en el mercado. “Queremos que la gente sea capaz de mejorar la gestión de sus finanzas y con esta guía estamos seguros que lo vamos a conseguir” concluía Kristoffer Hanson.
Con iniciativas de este tipo con grandes profesionales del sector, la educación financiera se hace más accesible a todo el mundo. ¿Estamos preparados para cambiar las reglas?
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