"La gente busca oro en una crisis porque no quiere perder el valor de su dinero y estamos empezando a ver que buscan whisky". Niall Brown, consejero delegado de Braeburn Whisky, asegura que la incertidumbre del Brexit, la pandemia y la guerra ha disparado la demanda de la bebida destilada, que se ha convertido en un valor refugio que da seguridad a los inversores.
El precio del whisky se ha quintuplicado en la última década, según el último informe The Wealth Report, que elabora la consultoría londinense Knight Frank. Es el producto de lujo que más al alza cotiza, con una impresionante subida del 428%, frente al 137% de su rival más comparable, el vino premium. Más allá del destilado escocés de malta, destaca la fascinación por las variedades japonesas, que se han transformado en diamantes líquidos, porque, a pesar de su corta tradición, la quiebra de numerosas destilerías en la década perdida nipona en los años 90 hizo que la oferta fuera escasa y que se refinara la calidad.
El lujo resiste las crisis
En general, los artículos exclusivos han experimentado una fuerte revalorización. "El lujo se beneficia de ser un sector refugio en momentos débiles del ciclo económico, ya que se considera que las rentas altas reducen menos su consumo", explica Lluís Peralta, gestor de fondos de inversión.
"También se han beneficiado del incremento del consumo por parte de las clases medias asiáticas, que crecen", detalla Peralta, que considera que estos factores "pueden seguir favoreciendo" la compra de este tipo de activos en 2023. Bienes como los coches de alta gama o los relojes también se han situado entre los más codiciados, con un encarecimiento del 164% y del 108% en diez años, respectivamente.
Sin embargo, el especialista financiero apostilla que la subida de los tipos de interés jugará en contra de este tipo de empresas el próximo año. Que el precio del dinero sea más alto eleva la rentabilidad de otras inversiones como la bolsa, lo que perjudica al inmobiliario o al lujo. Si los tipos no ayudan, las firmas dedicadas a este segmento deberán compensarlo con un incremento de ingresos como puede ser una apertura en China, según ejemplifica Peralta.
El vino también triunfa
En los últimos meses, el rendimiento del whisky se ha moderado, con un crecimiento del 9% en un año, por debajo de otros objetos de deseo recogidos por el informe, como el propio vino, que ha ascendido un 16%, igual que los relojes. Salustia Álvarez, presidente de la Denominación de Origen Priorat, añade que el vino de alta gama también ha centrado la atención de los inversores, ya que, "igual que sucede con el mundo de la moda, una botella de calidad tiene mayor valor con el tiempo". "Como producto se revalorizan", señala.
Álvarez asegura que en los últimos años "ha habido un incremento de ventas de los productos más caros" y el mercado de botellas de más de 100 euros "ha funcionado bien", aunque algunas, como Palacios L'Ermita, superan incluso los 1.000 euros. Indica que "Priorat ha situado la producción de calidad en el mercado internacional", donde hay compradores "de solvencia económica" dispuestos a apostar por un producto que antes "estaba copado por Francia" y ahora se diversifica.
España se da al whisky
Brown afirma que la rentabilidad media que ofrece una barrica de whisky es del 14% anual, aunque depende de la variedad y la edad de la bebida. Su firma tiene un almacén en Escocia con buena parte de los 48,7 millones de euros en whisky que gestiona, entre los cuales 122 barricas compradas por inversores españoles.
La compañía, que cuenta con una sede de ventas y asesoramiento internacional en Barcelona, prevé doblar su actividad en España en los próximos meses y abrir oficinas en Madrid para atender a los inversores de la capital. De hecho, en los últimos años, España ha pasado a ser el tercer país europeo que más invierte en barricas whisky, solo superado por Reino Unido y Alemania.