Aena lleva buenas noticias para sus accionistas en el plan estratégico a cinco años (2022-2026) que ha presentado este miércoles a los mercados, toda vez que retomará su política de dividendos que interrumpió como consecuencia de la pandemia y, además, en el mismo punto, con un pay-out del 80%.
La medida tendrá ya efecto sobre los resultados de 2022, con un incremento de la remuneración al accionista de 1,37 euros por título, según se recoge en la documentación remitida por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), con la que la empresa expone el plan a los analistas.
Más de 300 millones de pasajeros
El programa, que coincide con la segunda edición de la regulación aérea especificada en el DORA, contempla inversiones totales en este periodo de 2.916 millones de euros, de los que algo más del 77% se destinarán a actividades reguladas.
Las estimaciones incluidas en el plan contemplan que Aena logrará en 2024 superar la cifra de pasajeros que logró el año anterior a la irrupción del coronavirus (algo más de 275 millones, el máximo histórico de la compañía). En el año siguiente, el gestor aeroportuario espera sobrepasar la barrera de los 300 millones de usuarios.
Apalancamiento moderado
En cuanto a la posición financiera de la compañía, Aena se fija como meta cerrar el plan con un apalancamiento moderado, con una ratio deuda/Ebitda en el entorno de dos veces.
El plan también dedica un espacio al negocio internacional de la compañía, en el que Brasil es considerado como un mercado estratégico; no en vano, tras las adjudicaciones obtenidas por Aena en el proceso de privatización en aquel país, el grupo controla aproximadamente el 20% del tráfico aéreo.
Un 15% del Ebitda del exterior
El objetivo de la compañía es que los actuales negocios que posee en el ámbito exterior aporten aproximadamente el 10% del resultado operativo en 2016; y además, incorporar activos que representen un 5% adicional de esta partida.
Antes de la pandemia, el segmento internacional apenas aportaba el 3,5% del Ebitda, dado que por entonces aun no se habían incorporado los activos en Brasil y la aportación procedía casi en exclusiva de la participación en el aeropuerto británico de Luton.