Wallbox ha inaugurado este jueves su primera fábrica de puntos de carga en EEUU. La startup española amplía así su capacidad productiva con una cuarta planta en el mercado donde registra más ventas directas de sus dispositivos para coches eléctricos. Hasta la fecha cuenta con dos centros productivos en Barcelona --en la Zona Franca de la capital catalana y en Sant Andreu de la Barca-- y otra en China.
La nueva fábrica, ubicada en Arlington (Texas), abastecerá a la compañía de más de 250.000 unidades en 2022 y más de un millón en 2030. Las instalaciones cuentan con 12.000 metros cuadrados y atenderán múltiples segmentos de carga de vehículos eléctricos, como la carga residencial, la carga bidireccional y la carga hiperrápida en autopistas.
Cargador Hypernova
La operación reviste gran importancia para la compañía. La startup liderada por Enric Asunción necesita apuntalar su senda de crecimiento mediante el incremento de su capacidad fabril, tanto para atender sus pedidos actuales como ante el potencial boom de automóviles eléctricos a medio plazo.
Además, a medio plazo la fábrica se dedicará fundamentalmente al ensamblaje de Hypernova, un producto pensado específicamente para el mercado estadounidense con una potencia de carga de 400 kilovatios (kW), lo que lo hace ideal para poner a punto el coche en vías de alta capacidad. La planta ha tenido una inversión de 70 millones de euros y se prevé que en 2025 emplee a 250 personas y aproximadamente a 700 en 2030.
Más ventas, más producción
En el segundo trimestre del año, Wallbox anunció un alza del 124% en sus ventas, hasta alcanzar los 39,5 millones de euros.
En este periodo, la empresa comercializó 64.000 cargadores, un 95% más en términos interanuales.
EEUU, mercado clave
Pese a que el fabricante aún no ha alcanzado la rentabilidad, mantiene unas previsiones de ingresos para el tercer trimestre de 2022 de entre 44 y 49 millones de euros, lo que representaría un aumento interanual de entre el 140% y el 170%.
En gran medida, este subidón se debe a la buena marcha del mercado americano, que se ha consolidado como la región con mayor negocio de Wallbox. De hecho, la startup dio el salto a la bolsa de Wall Street en 2021 como una forma de conseguir financiación pero, también, de ahondar su huella en el país.