Cementos Molins ha alcanzado un beneficio neto de 90 millones de euros hasta septiembre, tres millones más que en el mismo periodo del año anterior (+3,44%). Los resultados del grupo familiar llegan en plena crisis energética de la industria, que ha visto encarecida su factura de electricidad y gas como consecuencia de los problemas derivados de la guerra de Ucrania.
Sin embargo, Cementos Molins ha logrado aumentar sus ventas un 37% en los nueve primeros meses del año, hasta registrar unos ingresos de 959 millones de euros. El director general de la cementera, Julio Rodríguez, ha sostenido que a pesar de un entorno global complejo y del impacto negativo de la inflación, "Cementos Molins ha vuelto a obtener unos resultados muy sólidos". Ello pese al deterioro de los márgenes en España como consecuencia de los sobrecostes derivados de la inflación.
Crecimiento inorgánico
Estos datos se explican por el incremento de las ventas en todas las líneas de negocio, pero también por la "destacada aportación" de las adquisiciones realizadas durante el año pasado. En términos comparables, la facturación ha aumentado un 14%.
Por otro lado, el resultado operativo (ebitda) se ha situado en 208 millones de euros hasta septiembre, un 11% más que al de los nueve primeros meses del año anterior. Ha contribuido principalmente la aportación de los negocios en Sudamérica y Asia, la integración de Pretersa Prenavisa y el negocio de áridos y hormigón en Cataluña de HeidelbergCement, así como el efecto positivo del tipo de cambio.