El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha decidido congelar sus tributos municipales en las ordenanzas fiscales de 2023. La medida se aprobará este martes durante el Consejo Metropolitano y afectará tanto a la tasa de residuos municipales (TMTR) como al tributo metropolitano, que se cobran en ambos casos a través del recibo del agua o en el de basuras en los 36 municipios que integran la administración supramunicipal. 

La medida llega después de que en 2021 la institución decidiera subir ambos gravámenes un 3% de media. Pese a que en 2020 el gobierno del AMB, que preside la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y que tiene al primer edil de Cornellà de Llobregat, Antonio Balmón, como vicepresidente adjunto, aplicó una política de subida cero en sus ordenanzas debido al impacto del Covid-19, la manga ancha del ente que rige las políticas mancomunadas de las poblaciones que lo integran finalizó el año pasado.

Neutralizar el IBI

De cara al próximo ejercicio, la entidad mantendrá los actuales porcentajes de ambos tributos. Aunque para lograrlo deberá recurrir a un cálculo que neutralice el aumento del impuesto de bienes inmuebles (IBI) en las localidades de la conurbación. Una propuesta que ya había sido adelantada por el grupo metropolitano del Partido Popular liderado por Miguel Jurado.

La alcaldesa de Barcelona y presidenta del AMB, Ada Colau, junto al número dos de la institución supramunicipal, el socialista Antonio Balmón / EUROPA PRESS

Esto es así porque ambas tasas se calculan como recargo de este impuesto, que se ha elevado en los últimos años como consecuencia de la actualización del valor de las fincas en los cadastros municipales. La ley indica que se debe tomar el gravamen sobre los inmuebles como referencia para calcular qué debe pagar cada ciudadano. Como el objetivo es que nadie pague de más ni por el tributo metropolitano ni por la TMTR, se debe hallar la fórmula para que la revalorización del IBI que ha aplicado cada una de las localidades de Barcelona y su ámbito de influencia no implique que, en la práctica, se pague más. 

Sentencia del Supremo

Por otro lado, tampoco se espera ningún efecto de la sentencia del pasado marzo del Tribunal Supremo que tumbó la aplicación selectiva del tributo metropolitano solo en algunas ciudades del territorio.

Antes de la resolución, el AMB ya había reordenado las coronas --segmentaciones del entorno urbano de la Ciudad Condal-- para que los 36 municipios formasen parte de la zona de aplicación de los impuestos propios. Se adoptaron en 18 localidades en el momento de su creación y en los últimos tres años llegaron a los 18 restantes. Sí que existió en el pasado una oposición a que se pagaran, pero los movimientos contrarios perdieron fuerza con el paso de los años y la justicia les dió la estocada final. 

Recaudación exigua

En cualquier caso, ambos impuestos generan un retorno económico exiguo para las arcas metropolitanas. En 2019, sobre una proyección recaudatoria de 123 millones de euros se generaron 94 millones.

En 2021, la cantidad efectiva acumulada ascendió a 101 millones frente a una previsión de 127 millones. Este 2022, el AMB calculó que tanto la TMTR como el tributo metropolitano supusieron el 13,32% de los ingresos totales de la institución.