Sin hacer ruido, sin grandes expectativas entre proyectos grandilocuentes destinados a transformar el ecosistema productivo del país. Así llegó el kit digital, sin duda la iniciativa relacionada con los fondos europeos de ayuda a la recuperación (los denominados Next Generation) que más calado ha tenido entre sus principales destinatarios, las pymes españolas, hasta el punto de desbordar todas las previsiones.

Un caso de éxito que llama aun más la atención por el contraste con la visión que, en términos generales, percibe la empresa acerca de los mencionados fondos, cuyo acceso y cuya utilidad generan no sólo un mar de dudas sino también de escepticismo, como pone de manifiesto el último estudio sobre el clima empresarial elaborado por la Cámara de Comercio de España

Avalancha de solicitudes

Concebido como una pequeña ayuda destinada a impulsar la digitalización de las pymes, las que más dificultades presentan a la hora de acceder a estos procesos, el kit digital comenzó su andadura el pasado mes de abril, con una dotación inicial de 500 millones de euros y una primera convocatoria para empresas de entre diez y 50 trabajadores.

Los resultados hablan por sí solos. Las primeras semanas ya habían llegado 20.000 solicitudes y en algunas provincias más del 50% de las empresas con estas características habían cursado por entonces su solicitud, que supone una ayuda de entre 3.000 y 12.000 euros, en función del tamaño de la compañía. 

El pasado jueves, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Agenda Digital, Nadia Calviño, señaló que ya son 70.000 las solicitudes tramitadas por Red.es, el organismo encargado de gestionar este programa, una cifra que se aproxima al 50% de las empresas a las que se dirigía la primera fase.

Calviño recordó que ya está en marcha la segunda, dirigida a sociedades de entre 3 y 9 trabajadores, y que se prevé que antes de fin de año pueda iniciarse la tercera, la que exigirá más de la Administración, toda vez que se dirige tanto a las microempresas como a los autónomos, el segmento en el que existe un mayor número de sociedades registradas con diferencia. 

Mejora de previsiones

En cualquier caso, una iniciativa que ha superado la más optimista de las expectativas por parte de sus impulsores y por la que ya se han interesado algunos socios comunitarios para trasladarlo a sus países, como aseguró poco antes del verano el director general de Red.es, Alberto Martínez Lacambra.

Pero la prueba más elocuente de que el kit digital es una historia de éxito es la de que su nombre salta como un resorte cuando se habla de los fondos europeos. Así lo hizo el presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet, en la presentación del estudio sobre el clima empresarial mencionado anteriormente al resaltar la importancia que los fondos europeos puede tener en el ánimo de los empresarios. 

Paradigma y bandera...

“Es un caso ilustrativo de la utilidad de los Next Generation y todo parece indicar que ha empezado con buen pie”, señaló Bonet. 

La vicepresidenta económica no dudó en recurrir al caso del kit digital y sus espectaculares cifras de aceptación cuando fue preguntada durante un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum sobre las muchas dudas que despierta el alcance y la llegada de los fondos europeos a las empresas.

... Pero también, excepción

“Una de cada dos pymes a las que iba dirigido el programa realizó la solicitud y podrá disfrutar de ella, es la prueba de que los fondos europeos sí están llegando a las empresas”, señaló Calviño. 

No obstante, la misma métrica que avala el triunfo del kit digital, es decir, la de los números, atestigua igualmente que esta iniciativa constituye una excepción en el amplio universo de los Next Generation. 

Conocimiento insuficiente

Así queda de manifiesto en el estudio sobre clima empresarial, elaborado a partir de una encuesta realizada por Sigma Dos realizada con una muestra de más de 2.150 sociedades con una distribución por tamaño similar a la que presenta el actual tejido en España.

Casi dos años después de ponerse en marcha tan sólo el 54% de los consultados asegura conocer con cierto grado de profundidad los fondos europeos. Si bien el dato mejora el del 40,6% registrado en el estudio del pasado ejercicio, resulta una cifra considerablemente reducida y que condiciona notablemente la penetración de los Next Generation, como ponen de manifiesto los siguientes indicadores.

Desconexión de las pymes

Sin ir más lejos, el de la accesibilidad. Apenas un 38,4% admite saber acceder a este tipo de ayudas. Una cifra que se eleva por encima del 54% en los casos de empresas con más de 250 empleados pero que se queda en un exiguo 36% en el segmento de entre seis y 10 trabajadores, mucho más amplio y representativo del tejido. 

Partiendo de estas cifras no resulta extraño que sólo el 14,2% de las empresas que han intervenido en la consulta haya solicitado algún tipo de ayuda proveniente de los fondos. Incluso si se suma otro 10% que aun no lo ha hecho pero piensa hacerlo, el resultado es que los Next Generation son una realidad más o menos palpable para apenas una de cada cuatro empresas.

Decepción

Frente a esto, cerca de un 57% señala que no han accedido a los fondos ni tienen intención de hacerlo, un porcentaje que se eleva de forma casi dramática al 63,4% en el caso de las empresas más pequeñas y también en las incluidas en el sector del comercio, uno de los que tendrá más dificultades en la actual crisis, como pronosticó Bonet. 

Números que también tienen su reflejo en la actividad de despachos de abogados y consultoras, que en su día desplegaron equipos y recursos con vistas a la llegada de los fondos y han visto cómo, al contrario de lo sucedido con el kit digital, las expectativas han ido muy por delante de la realidad.