Nueva ola de cierres hoteleros. La escalada de precios de productos como la energía o la alimentación ha llevado a numerosos empresarios del sector a bajar la persiana de forma temporal. Todo ello, a pesar de que las previsiones de ocupación para los próximos meses son positivas una vez consolidada la recuperación del turismo internacional.
Desde el sector recuerdan que es habitual que numerosos establecimientos cierren en temporada baja. Con todo, remarcan que en esta ocasión se ha adelantado de forma acusada a la hibernación, lo cual se interpreta como una mala señal. Si lo habitual es cerrar a partir de noviembre y durante los meses de invierno, muchos negocios iniciarán su descanso un mes antes, en octubre.
Márgenes más justos
Los hoteles de Barcelona no estarán entre los más afectados. Cuentan con buenas cifras de ocupación gracias al retorno de visitantes de países como Estados Unidos y unos precios un 15% superiores a los de 2019, además de una llegada continuada de turistas a lo largo del año. La moratoria hotelera del equipo de Ada Colau ha restringido la oferta, lo que ha blindado los beneficios de los operadores existentes a pesar de que éstos han sufrido un golpe a sus finanzas por el Covid y tampoco han sido inmunes a la crisis energética.
El impacto será mayor en el resto de ciudades de Cataluña, así como en zonas rurales y en destinos vacacionales de la Costa Brava y el litoral de Tarragona. Josep Carreras, presidente de la Asociación de Hostelería de Girona, prevé un "buen invierno", con ocupaciones de entre un 45% y 50%, pero alerta de que muchos establecimientos se preparan para cerrar al no ser rentable tener el negocio a medio gas con costes mucho más elevados.
Desayunos cancelados
Carreras explica que los precios de las habitaciones se han encarecido entre un 15% y un 20%, pero este incremento no ha ensanchado las ganancias empresariales, sino que ha quedado "diluido" por unos gastos que se han disparado un 50%. "La mayoría de establecimientos tiene miedo de los gastos, de lo que ha de venir", apunta el representante patronal.
De hecho, en una encuesta reciente, el 62,5% de las empresas que conforman la organización hostelera de Girona reconocieron que "peligra su negocio" y que "no podrán pasar el invierno si no hay algún tipo de ayuda". Algunos establecimientos han dejado de ofrecer desayunos por el precio exorbitante de los suministros y, en los casos más extremos, "se plantean un cierre severo".
"Algunos han cerrado en agosto y ya no abrirán", lamenta Carreras. Señala que "las ocupaciones son buenas, pero el gasto provoca estrés" y que las pequeñas empresas de todos los sectores tratan de organizarse --vía Pimec-- para negociar de forma conjunta ante los proveedores y lograr precios más ajustados.
Adiós al Imserso
Jordi Martí, presidente de la Taula Gironina de Turisme, confirma que los precios hoteleros han aumentado, pero no al mismo ritmo que los costes fijos de explotación. Los empresarios "están preocupados" por la difícil situación que pueden encontrarse este invierno y en el arranque de 2023. Y entre los que cuadraban las cuentas gracias a los turistas del Imserso, "muchos no se acogerán al programa, no abrirán". Sí lo harán en la Comunidad Valenciana, donde la subvención diaria es mayor, recuerda el patrono, pero "el resto de hoteleros lo ven muy justo".
Aun así, hay otros datos que permiten un ligero optimismo. Martí apunta que, en cuanto a turistas internacionales, "ha habido más movimiento del esperado" este verano, se "ha empezado" a recuperar un "mercado prioritario" como el británico. Si bien la crisis energética hace "que la gente ahorre", sigue habiendo interés en viajar y los programas turísticos "funcionan bien".
Regreso internacional
En este contexto, las subidas de precios en los hoteles de Barcelona han sido de entre el 15 y 20%, según Ángel Garrido, consejero delegado de Voxel, que prevé una ocupación del 79% en la ciudad este mes. En destinos vacacionales, este verano se han incrementado los turistas en un 5 o 10%, con aumentos de la facturación hoteleras superiores, de un 15%, por la revisión de tarifas.
Reafirma que en los próximos meses se esperan buenos datos de ocupación, ya que "la gente sigue gastando y reservando para el invierno". Tanto en España como otros destinos --"el Caribe está muy fuerte"--, ya que la demanda está muy activa y las cancelaciones, que "se dispararon" por el Covid, han vuelto a "niveles prepandemia". "Ahora están por debajo del 10%", explica Garrido, lo que muestra la "estabilidad" de una "demanda consistente".