Yvon Chouinard, escalador y fundador de la marca de ropa estadounidense Patagonia, ha cedido su negocio a la lucha contra el cambio climático. No lo ha vendido y tampoco lo ha sacado a bolsa. El filántropo ha transferido la propiedad de su empresa, valorada en unos 3.000 millones de dólares, a un fideicomiso y a una organización sin ánimo de lucro que garantizarán que todas sus ganancias se utilicen para proteger el medio ambiente.
La noticia ha dado la vuelta al mundo y ha sido firmemente aplaudida al tratarse de una estrategia sin precedentes que convierte a los Chouinard --Yvon, su mujer, Malinda, y sus dos hijos, Fletcher y Claire-- en una de las familias más caritativas de los Estados Unidos.
De escalador a multimillonario
“Nunca quise ser un hombre de negocios”, escribe el filántropo en una carta pública. Chouinard, de 83 años, empezó a trabajar como artesano fabricando material de escalada para él y sus amigos. Más tarde se adentró en el mundo de la vestimenta y fundó Patagonia, su marca de ropa outdoor, que ha demostrado ser un excelente negocio, con ventas anuales que superan los 1.000 millones de dólares.
Preocupada por el deterioro del medio ambiente, la empresa se comprometió a utilizar la marca para cambiar la forma de hacer negocios. “Si podíamos hacer lo correcto y al mismo tiempo ganar lo suficiente para pagar las facturas, entonces podíamos influenciar a nuestros clientes y, de paso, cambiar el sistema”, señala Chouinard.
La familia Chouinard cede todas sus acciones
Patagonia seguirá operando como una corporación privada con ánimo de lucro, pero la familia Chouinard, que hasta el mes pasado controlaba el 100% de las acciones de la sociedad explotadora, ya no es su dueña. A partir de ahora, el negocio quedará en manos del Patagonia Purpose Trust --un fideicomiso que tendrá el 2% de los títulos de la marca de ropa y que estará supervisado por miembros de la familia-- y de Holdfast Collective, una organización sin fines de lucro dedicada a la lucha contra la crisis climática que se hará con el 98% de la firma.
Además, la familia deberá pagar alrededor de 17,5 millones de dólares en impuestos por donar sus acciones a un fideicomiso. “Esperemos que esto influya en una nueva forma de capitalismo que no termine con unos pocos ricos y un montón de pobres”, aseguró Chouinard en una entrevista con el New York Times.
Un caso "atípico"
Dan Mosley, el asesor financiero que ayudó a los Chouinard a diseñar la estrategia, ha explicado al diario estadounidense que “aunque había un costo significativo para ellos al hacerlo” fue un precio que estaban dispuestos a asumir “para garantizar que la empresa se mantuviera fiel a sus principios”.
En declaraciones al Times, el fundador de la página web Inside Philanthropy, David Callahan, ha asegurado que el caso de la familia Chouinard es “atípico” teniendo en cuenta que la “mayoría” de los multimillonarios “solo donan una pequeña fracción de su patrimonio neto cada año”.
“A pesar de su inmensidad, los recursos de la Tierra no son infinitos, y está claro que hemos superado sus límites. Pero también es resistente. Podemos salvar nuestro planeta si nos comprometemos a ello”, concluye el fundador de Patagonia en su carta.