Las empresas logísticas que trabajan en el Puerto de Tarrgona han lanzado una petición a los estibadores que dan servicio a esta infraestructura vital para la entrada de materias primas en toda España y que han iniciado una huelga encubierta por su situación laboral. Todo ello, tras salir a la luz de que las cinco compañías que conformaban Estarraco Centro Portuario de Empleo (CPE) del Puerto de Tarragona habían acordado la liquidación de la sociedad.
Ership, Berge, Noatum, Europort y Dp World han pedido al personal que “retomen su actividad con normalidad y cesen en su actitud de ralentizar las labores del puerto”. Recuerdan que este tipo de protestas “no perjudican solo a las empresas de estiba, a las navieras y al puerto”, sino que también tiene impacto en “sectores productivos enteros, decenas de miles de trabajadores y al conjunto del país”.
Desabastecimiento de materias primas
Cabe recordar que Tarragona es una de las puertas de entrada de materias primas del país. El anuncio de disolución del CPE ha reducido “a un tercio respecto a una situación normal” los trabajos en el puerto catalán, donde ya se empiezan a derivar barcos hacia otros muelles que no sufran un conflicto laboral que, sobre el papel, no ha estallado. Además, hay alerta de desabastecimiento en los productos que llegan por allí, la “alimentación animal --como cereales y harinas--, productos energéticos o frutas”, básicamente.
Las logísticas recuerdan que la subrogación del personal de la estiba se realizará sin cambios en las “condiciones laborales y salariales y de convenio”. Incluso “estiman necesario” destinar “recursos adicionales y realizar nuevas contrataciones” para suplir la baja productividad que sufren.
Diálogo con los estibadores
En cuanto a la decisión de liquidar el CPE, los portavoces de la compañías recuerdan que el Gobierno abrió la puerta a la desaparición de estas sociedades el pasado 25 de febrero. También tienden la mano al comité de empresa de los estibadores a abrir “un diálogo” para revertir la situación. Aseguran que están abiertos a “aclarar todas las dudas que este proceso pueda suscitar y a escuchar todas las propuestas que se puedan formular”.
En cuanto a la propuesta, las logísticas recuerdan que los trabajadores “están en su derecho constitucional de presionar mediante la huelga, pero para ello deben hacerlo de forma legal y someterse a los cauces que marca la ley”. Es decir, convocar las protestas de forma legal y argumentada, lanzar preavisos a las compañías e iniciar un periodo de mediación para intentar evitar los paros. Y, si se dan, la autoridad competente debe fijar unos servicios mínimos.