Las empresas logísticas que trabajan en el Puerto de Tarragona han hecho público su compromiso con los estibadores para garantizarles tanto el empleo como las condiciones laborales íntegras tras la desaparición del Centro Portuario de Empleo (CPE). Las cinco compañías que integran este organismo han pactado finalmente la disolución de la sociedad, pero mandan un mensaje de tranquilidad laboral a la plantilla.
Ership, Berge, Noatum, Europort y Dp World actuarán a partir de ahora como empleadoras directas de personal. Sus portavoces han remitido un comunicado en el que aseguran que “mantendrán las condiciones laborales, retributivas y el convenio” que ha estado vigente en el CPE hasta su desaparición inminente.
Cambio legislativo estatal
Han dado este paso tras una modificación legislativa estatal. Pasó desapercibida el pasado febrero, pero implica un cambio profundo en las relaciones laborales en una industria tan sensible como la logística portuaria. El regulador obliga a una “modificación de los estatutos” de los CPE en el país que, en la práctica, da luz verde a las empresas logísticas que los conforman a decidir si continúan con este modelo de relación con los estibadores o negocian de forma directa con los trabajadores de esta actividad, que también está regulada.
En los puertos de Santander o Bilbao, por ejemplo, las compañías acordaron mantenerlo. En Tarragona, el debate sobre la dirección que se debía seguir se inició antes del verano. Finalmente, la junta general extraordinaria y universal de accionistas ha optado por una solución intermedia. Se disuelve el CEP pero sin que esta decisión implique iniciar de cero una negociación laboral con los estibadores. Blinda las condiciones que tenían.
Sigue el convenio laboral
A partir de ahora solo se modificará quién requerirá sus servicios y les dará empleo. En lugar de estar contratados a través del CEP, serán los cinco gigantes de la logística los que den este paso. Las condiciones laborales, incluidas las retribuciones, se mantienen al continuar vigente el convenio laboral.
EsTarraco CP, el nombre del organismo que ahora se liquidará, también ha trasladado en un comunicado su “voluntad de realizar este proceso con la mayor celeridad posible, siendo consciente de la complejidad del momento actual”. El Puerto de Tarragona, a pesar de tener menor tamaño que el de Barcelona, se considera un punto estratégico para la entrada y salida de productos.
Desabastecimiento de materias primas
Cereales y harinas que se usan como materia prima para la alimentación animal tienen su origen allí, igual que fertilizantes, productos energéticos, frutos u “otros suministros básicos para el correcto desarrollo de la actividad económica y social”. Productos que están desde hace meses en riesgo de desabastecimiento por el impacto mundial de la guerra de Ucrania.
Por todo ello, tanto las empresas como las administraciones de la zona se conjuran para evitar que el cambio en el CPE se convierta en una cuestión traumática. “Se considera que todo el personal de la estiba del Puerto de Tarragona debe tener el compromiso de trabajar de forma conjunta para garantizar que los niveles de actividad del puerto no queden afectados”, indican las logísticas que operan en los muelles. Aseguran que el impacto laboral que sufrirán los trabajadores será mínimo y prometen que no afectará a sus bolsillos.
Por ahora, los empleados de la estiba han sido espectadores del proceso. Se han limitado a asegurar que cualquier pérdida en materia laboral sería contestada sin llegar al escenario de conflicto. El que paralizaría la actividad, el extremo que se quiere evitar en Tarragona.