Los 10.000 millones ‘verdes’ con los que Credit Agricole conquista España

El último ejemplo se ha producido esta misma semana, cuando Telefónica daba a conocer el resultado de la venta de una participación minoritaria en su recién creada división Bluevia, destinada a aglutinar los activos de fibra en el ámbito rural con los que pretende llevar la conectividad y la banda ancha hasta el último rincón del país. 

Socios de primera línea

En alianza con Vauban (fondo gestionado por Natixis), Credit Agricole ha desembolsado algo más de 1.000 millones de euros por hacerse con un 45% de la nueva filial, cuyo desarrollo será uno de los principales desafíos de la operadora en los próximos años, según admitió en su día su propio presidente, José María Álvarez-Pallete.

Pero no mucho antes, el nombre de Credit Agricole también figuró como protagonista de una operación que el mercado aguardaba con expectación durante algo más de un año: la venta de una participación del negocio de renovables de Repsol. 

Tras su notable cambio de estrategia a finales de 2019, con la finalidad última de ser neutra en carbono en 2050, Repsol ha desarrollado un negocio de bajas emisiones cuya rápida evolución llevó a la empresa a estudiar fórmulas para poner en valor esas inversiones.

Tras explorar opciones como una posible salida a bolsa, Repsol adoptó la iniciativa de incorporar socios minoritarios la filial. En el proceso competitivo se impuso finalmente Credit Agricole.

Pionero en criterios ESG

Anteriormente, la entidad financiera ya había realizado una operación conjunta con la también francesa Engie para adquirir la mayoría del capital de Eolia Renovables, compañía española de energía verde, hasta aquel momento controlada por un fondo canadiense.

Credit Agricole es uno de los bancos europeos pioneros en aplicar criterios ESG a sus políticas de inversión. Algo que también ha trasladado a Amundi, una de las mayores gestoras de fondos de inversión del mundo, producto de la fusión con la de otro banco galo, Société Genérale.

Adiós a los combustibles fósiles

Desde hace algunos años, Amundi rechaza invertir en aquellas empresas que invierten en negocios relacionados con combustibles fósiles y aplica criterios de sostenibilidad a la hora de confeccionar sus carteras.

Precisamente, Repsol ha sido uno de los valores de la bolsa española por el que ha apostado recientemente, a raíz del giro ‘verde’ de la empresa. En este sentido, los criterios Credit Agricole siguen el mismo camino.

Bonos verdes

Una de las operaciones sorpresa en lo que va de año ha sido la conversión de la totalidad de la cartera de deuda de Inmobiliaria Colonial en bonos verdes; una estrategia en la que la socimi ha sido innovadora en España y en la que ha sido seguida poco después por la otra empresa de este régimen que cotiza en el Ibex 35, Merlin Properties. 

En este proceso, Colonial ha contado con el asesoramiento de Credit Agricole, que además es uno de sus socios de referencia, con una participación cercana al 5%.

Asesoramiento

En realidad, la relación entre la socimi española y el banco francés viene de muy lejos. Ambos son socios en SFL, filial gala de Colonial, desde que fue adquirida por la que compañía que preside Juan José Brugera en 2005.

El papel de Credit Agricole ha resultado determinante para la decisión de Colonial, que ya ha culminado la conversión y comienza a beneficiase de las ventajas que actualmente ofrece el mercado a la deuda ligada a objetivos de sostenibilidad medioambiental. El saldo vivo de bonos que se incluyen en la cartera de Colonial supera los 4.200 millones de euros.

El banco francés también ha sido el apoyo en materia de asesoramiento de Merlin Properties para seguir los pasos de Colonial en este punto.