Santander cerró la primera mitrad del año con un beneficio ordenario de 4.894 millones de euros, un 16% más que en el mismo periodo del año anterior, una proporción que se eleva hasta el 33% si se tienen en cuenta los cargos de 530 millones que asumió el banco en el periodo enero-junio de 2021.

Las cifras registradas por la entidad que preside Ana Botín se sustentaron de nuevo en el buen rendimiento del negocio en América, que ya aporta cerca del 60% del resultado total, frente al 31% de Europa y el 11% en el que se queda España.

Objetivos ratificados

El banco ha señalado al mercado que las cuentas le permiten mantener firmes sus objetivos para 2022, basados en un retorno sobre activos tangibles (ROTE) por encina del 13%, un incremento en torno al 5% en los ingresos y una ratio de capital por encima del 12%, que en la actualidad cumple. Asimismo, también mantiene su intención de destionar el 40% de sus beneficios a remunerar a sus accionistas. 

Al margen de los resultados semestrales, la entidad ha informado en las últimas horas de un nuevo relevo en la cúpula de sus filiales en Latinoamérica. En este caso, se trata de la unidad chilena, que pasará a estar liderada a partir del próximo lunes por Román Blanco, nuevo consejero delegado en sustitución de Claudio Melandri, que proseguirá como presidente pero sin funciones ejecutivas.

Notables retornos en América

El buen comportamiento del negocio en el continente americano se ha traducido en unos retornos sobre recursos tangibles del 23% y el 27% en Sudamérica y Norteamérica, respectivamente.

Por su parte, Santander sigue avanzando en cuanto a su negocio digital, con un incremento del 10% en el número de clientes que acceden a través de los canales online, hasta un total 50 millones. 

Mayores costes por la inflación

Mientras, el 56% de las ventas de la entidad se llevan a cabo a través de los canales digitales.

En cuanto a los efectos de la inflación, éstos se hicieron patentes en el incremento del 5% en los costes, que se redujeron un 4% sin el efecto del comportamiento de los precios. 

La actividad comercial del banco sigue mostrando síntomas de fortaleza, con un incremento del 6% en los créditos (7% en hipotecas) y de un 5% en los depósitos. Los recursos de clientes volvieron a marcar máximos históricos, con un incremento del 4%, hasta 1,1 billones de euros.