Iberdrola está dispuesta a convertir Portugal en una de sus principales apuestas en el exterior, con una inversión en renovables de 3.000 millones de euros en los próximos años y ha escogido además como escenario más oportuno la inauguración del mayor proyecto de energías limpias del país, que también lidera y al que ha destinado otros 1.500 millones desde mediados de la pasada década.
Este lunes, el presidente de la compañía, Ignacio Galán, ha acompañado al primer ministro luso, Antonio Costa, en la puesta en marcha del llamado complejo del Támega o Gigabatería del Támega, en el norte del país, que comprende hasta tres desarrollos de energía hidráulica en la zona norte del país con la capacidad de almacenar hasta 40 millones de kilowatios/hora a través de un sistema de tres centrales en torno al río que da nombre al complejo, con una potencia instalada de 1.158 megavatios (MW), aproximadamente el 7% del total del país.
Independencia y descarbonización
El arranque de uno de los mayores proyectos de este tipo en Europa coincide además con un momento especialmente trascendente en el entorno de la energía, por el desafío que ha supuesto la invasión rusa de Ucrania y la tensión generada en torno a uno de los grandes proveedores europeos.
En este sentido, Galán ha destacado en el acto de presentación que la instalación incide sobre las dos grandes metas de la política energética como son, a su juicio, “la independencia y la descarbonización”.
Cabe destacar que la gigabatería del Támega es capaz de evitar la emisión de 1,2 millones de toneladas de CO2 en un año.
Los próximos desarrollos de Iberdrola en Portugal, a los que irán a parar los citados 3.000 millones anunciados por su presidente, se concretarán en 450 MW eólicos en instalaciones híbridas con la del Támega y el desarrollo de otros 2.500 MW de solar fotovoltaica en todo Portugal, uno de los países de la Unión Europea con más horas de sol.
Apuesta por eólica marina
Pero además, Portugal ofrece a Iberdrola grandes oportunidades en un ámbito que la compañía ha convertido en su principal apuesta de futuro, como es la eólica marina.
El primer ministro portugués recordó que su gobierno ha desarrollado un ambicioso plan para instalar hasta 10 gigawatios (GW) al final de la presente década, en este caso con la tecnología flotante, dada la gran profundidad de las aguas en la costa lusa.
Lucha por el liderazgo
Costa se ha encargado de recordar que, en la actualidad, la dependencia del país de la energía proveniente de Rusia es nula y que eso ha sido gracias a un esfuerzo inversor de 17.000 millones de euros en renovables, costeado por los consumidores, vía recibo.
Actualmente, Iberdrola pelea con la local EDP, participada de forma minoritaria por el Estado, y con Endesa por el liderazgo en la energía verde del país.
Estabilidad jurídica
En su discurso, el presidente de Iberdrola también ha querido hacer hincapié en la “estabilidad jurídica” que la empresa ha encontrado en Portugal para llevar a cabo sus inversiones, un aspecto que el ejecutivo siempre destaca como uno de los más importantes al tratarse de cantidades muy voluminosas y proyectos a muy largo plazo.
Precisamente, uno de los aspectos que Galán ha echado en cara al Gobierno español en los últimos tiempos ha sido el no contar con un marco jurídico estable debido a los numerosos cambios introducidos por el Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez, en especial en lo que se refiere al ámbito fiscal.