Uber aprovechó las protestas del sector del taxi que se produjo en Europa en el 2014 para mostrarse como víctimas de la reacción de los conductores y acercarse así a varios líderes políticos. Así lo revela una investigación periodística internacional en la que han participado medios como El País, La Sexta, BBC, The Guardian y también por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.
El trabajo explica que la empresa se reunió con el ahora presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, cuando entonces era miembro de una comisión sobre economía colaborativa. También lo intentaron con quien presidía el Govern en el 2014, Artur Mas, y La Moncloa, Mariano Rajoy, aunque, según El País, niegan que la reunión acabara produciéndose y los contactos con Aragonès fueron "puntuales".
Precisamente el pasado día 7 se publicó el decreto ley que corta el paso en Cataluña a operadores de transporte que trabajan con vehículos de alquiler con conductor (VTC) como Cabify, Uber y Bolt.
Escenas de violencia
Las manifestaciones de los taxistas contra la llegada de Uber a Europa generaron algunas escenas de violencia contra la plataforma y sus conductores y vehículos. La investigación revela que la empresa apostó por capitalizar estas acciones para ganarse la empatía de la ciudadanía. "Sería muy potente tener fotos de violencia en Barcelona de esta semana y también de otros incidentes", escribió el director de Políticas Públicas de Uber para Europa, Oriente Medio y África, Mark MacGann, según han publicado los investigadores del caso. Se da la circunstancia de que el director de la oficina catalana de Vinces, la agencia de lobis que defendía los interes de Uber es Ernest Benach, expresidente del Parlament y exdirigente de ERC.
El intento de acercarse a los políticos también implica a la hoy presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Cani Fernández, en aquella época abogada del despacho Cuatrecasas que tenía a Uber como cliente. Ya entonces la compañía consideraba a la CNMC como "principal aliada" para implantarse en el Estado español y ahora la presidenta del órgano es la abogada que representaba los intereses de Uber hace una década.
La investigación internacional también salpica al presidente francés, Emmanuel Macron, cuando era titular de ERconomía; la excomisaria de la Unión Europea Neelie Kroes; el ex primer ministro irlandés Enda Kenny; el ex primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, y el exministro de Hacienda del Reino Unido George Osborne, entre otros, que habrían ayudado a Uber a entrar en los mercados de sus países adaptando la legislación. En total, los datos extraídos de conversaciones filtradas sitúan hasta 130 cargos políticos en la diana de Uber.