La salida a bolsa de Ibercaja Banco podrá retrasarse hasta más allá del final de 2022. Su accionista mayoritario, la Fundación Bancaria Ibercaja, ha optado por realizar una dotación al fondo de reserva equivalente al 1,75% de los activos ponderados por riesgo de la entidad financiera hasta finales de 2025, con el objetivo de extender el plazo para reducir su peso en el capital del banco y, de esta forma, no verse obligado a ejecutar la salida a bolsa antes del 31 de diciembre de 2022.
La medida de la Fundación se fundamenta en las complicadas condiciones de mercado que se dan actualmente, que hacen que sus asesores desaconsejen dar el salto al parquet en estos momentos. De hecho, la intención original era haberlo hecho ya durante el primer trimestre del año pero se postpuso por idéntico motivo.
Cumplir con la Ley
No obstante, la Fundación mantiene sus planes para que Ibercaja se convierta en un banco cotizado en el futuro, a la espera de que “las condiciones de mercado sean más propicias”, según reza una comunicación remitida por la entidad financiera a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Con la dotación del fondo de reserva, la Fundación amplía el plazo para reducir su participación en el banco por debajo del 50%. El cumplimiento de este requisito de la Ley de Cajas de Ahorros y Fundaciones Bancarias se encuentra detrás de la operación de salida a bolsa de Ibercaja Banco.
Preferencia bursátil
La dotación se incluye en el Plan Financiero de 2022 de la Fundación Bancaria Ibercaja, que acaba de recibir el visto bueno del Banco de España.
Aunque la alternativa del fondo de reserva siempre ha estado encima de la mesa, la preferencia del banco ha sido siempre la de aprovechar la situación para salir a cotizar, a la vista de las ventajas que le reportará a la hora de estar expuesto a los mercados y contar con más acceso a la financiación.
Carta de intenciones
Sin embargo, la estrategia se ha visto condicionada por la invasión rusa de Ucrania y el conflicto bélico derivado de esta maniobra, que ha provocado una situación de inestabilidad en las principales bolsas mundiales que elevan de forma significativa el riesgo de dar el salto al parquet.
A comienzos de año, Ibercaja Banco remitió a la CNMV la carta de intención de empezar a cotizar y procedió a nombrar asesores para el proceso, así como coordinadores y colocadores de los títulos, en una salida a bolsa diseñada sólo para institucionales.
Peor de lo previsto
El inicio abrupto de la guerra obligó a Ibercaja Banco a poner en cuarentena la hoja de ruta inicial y decidió darse algo más de tiempo ante las expectativas de un conflicto de corta duración.
No obstante, este viernes se cumplen cuatro meses desde el comienzo del conflicto bélico, que no sólo no ha finalizado sino que se prevé notablemente más largo de lo que hasta las estimaciones más pesimistas contemplaban. De ahí que la Fundación Ibercaja haya optado por restar todo tipo de presión para evitar tener que forzar una salida a bolsa en condiciones poco propicias, con el riesgo de un serio revés por parte de los inversores.