La pastelería Palau, la más antigua de la ciudad de Tarragona, cierra tras un siglo de historia. El emblemático comercio, ubicado en la céntrica calle Unió de Tarragona, se ha quedado sin relevo después de tres generaciones de propietaros.
El último, Josep Roquet-Jalmar Palau, se jubila tras liderar el negocio familiar en los últimos años. El establecimiento cerrará sus puertas el próximo domingo 21 de agosto, según ha informado el actual dueño.
Desde 1928
Hace casi un siglo, en 1928, Antoni Palau Travé fundó la conocida pastelería de la calle Unió de Tarragona. A su muerte, en 1945, su esposa, Josefa Maria Solé Ciurana, tomó las riendas.
Posteriormente, continuó el negocio familiar una de las tres hijas, Maria Palau Solé, junto con su marido, también pastelero, Josep Roquet-Jalmar Ensesa. En 1981, Josep Roquet-Jalmar Ensesa murió prematuramente y tomaron el relevo dos de sus hijos, Antoni y Josep Roquet-Jalmar Palau.
Últimas festividades
Especialmente populares son los dulces de esta pastelería en fechas señaladas como la Navidad, la Pascua o Santa Tecla, el patrón de la ciudad. Pero las de Sant Joan y Sant Magí serán las últimas grandes fiestas para el comercio.
Los dueños han lamentado el retroceso del comercio de proximidad en los últimos años, acelerado por la crisis económica de 2008 y la pandemia de coronavirus. Sin embargo, han agradecido el apoyo de los clientes de la ciudad durante todo este tiempo.