La agenda ferial de Barcelona tiene una nueva cita, también para los profesionales de la tecnología. El congreso de la industria audiovisual ISE se ha convertido en el escaparate techie de una capital que, hasta la fecha, tan solo contaba con el Mobile World Congress (MWC) como gran reclamo en el sector. Pese a que el encuentro dirigido por Mike Blackman ya se celebró en la Fira en 2020 --anteriormente se llevaba a cabo en Ámsterdam (Holanda)--, el propio directivo reconoció en una entrevista con Crónica Global que el evento "perdería dinero" y apenas contaría con 80 expositores.
Este año, las tornas han cambiado: ya no se trata de un piloto, sino de una prueba real. El ISE aspira a reunir unos 50.000 visitantes, prácticamente los mismos que acogió el Mobile hace dos meses, con una panoplia de 844 empresas, de las que 105 son españolas. Un ejercicio exprés de musculación que, con todo, se ha distinguido del congreso de telefonía por su aproximación al público eminentemente profesional.
Cliente corporativo
De hecho, en los stands de los 48.000 metros cuadrados de la exposición apenas se venían grupos de estudiantes y curiosos, como los que abundan en el MWC, sino legiones de directivos dispuestos a hacer dinero y contactos. Apenas había espacio tampoco para el segmento residencial. "Es una feria claramente enfocada al cliente corporativo. Se viene a hacer negocio con un producto enfocado al público empresarial e industrial", apuntaba un directivo de una gran compañía de monitores.
Ninguna de las grandes firmas de la industria se ha perdido la ocasión. El ISE ha atado a marcas como Panasonic, Zoom, Samsung, Sony y Microsoft --estas dos últimas no participaron en la feria internacional de telefonía--. Treinta empresas catalanas también se han hecho hueco en el plantel para hallar financiación para un ecosistema que factura 6.700 millones de euros y ocupa a 31.000 trabajadores en la comunidad.
¿Y el efecto 'WOW'?
Pese al tono marcadamente profesional del evento, el factor WOW de asombro ha estado presente en los pabellones. Las pantallas transparentes de LG, los hologramas en 3D diseñada por Digital Signage 2.0, la cámara de rayos X doméstica fabricada por Lumens o el sistema de la italiana CEDAT 85 para grabar, traducir y transcribir al unísono han sorprendido a los asistentes.
Aún así, han sido las pantallas, los monitores, quienes se han adueñado de la mayoría de espacio en los stands. Uno de los principales ingenios que obligarán a aumentar progresivamente las dimensiones de la expo. Blackman ya ha anunciado que de cara a 2023 el ISE prevé ocupar 60.000 metros cuadrados (y contar con 1.400 compañías); en 2024 se ocuparán 69.000 metros cuadrados (1.610 empresas); en 2025 73.140 metros cuadrados (1.691 empresas), y 77.528 metros cuadrados (1.775 empresas) en 2026. Una escalada que regará la metrópolis con al menos 215 millones de euros, como se prevé en esta edición.
Internet de las Cosas
Otro acierto del certamen ha sido celebrarlo junto al IOT Solutions World Congress (IOTSWC). En este evento paralelo centrado en el Internet de las Cosas han presentado sus avances técnicos firmas como Zariot, Rialm y otros proveedores tecnológicos. Pero también se han mostrado soluciones tangibles como el Smart Tótem, una solución pionera en Europa de 5G creada por Vadecity para mejorar la conexión y la movilidad de los ciudadanos, o el frigorífico de alta tecnología desarrollado por GFT para monitorizar la fecha de caducidad de los alimentos en los súpers.
En el ecuador del congreso, las sensaciones son buenas para expositores y organización. Antes de iniciar el encuentro, Blackman ya avanzó que la edición de 2023 se celebrará entre el 30 de enero y el 3 de febrero. Estas eran las fechas previstas este mismo año, aunque la prevención por la evolución de la crisis pandémica llevó a retrasar el ISE en el calendario. Sobre 2024, la institución todavía no se ha pronunciado. Lo que está claro es que al Mobile le ha salido competencia.