Una sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Madrid avala que el fabricante de acero Celsa aplazara el plazo de la deuda amortizable por causas de fuerza mayor durante la pandemia, debido a la irrupción de la crisis del Covid-19.

El magistrado le ha dado la razón a Barna Steel, la matriz de Celsa, que interpuso una demanda en la que apelaba a "causas de fuerza mayor" para detener el plazo del pago de la deuda.

"Un hecho imprevisible"

En la sentencia, adelantada por Expansión, el juez resalta que la pandemia impidió a la compañía desarrollar su actividad con regularidad y que vio mermados sus ingresos y, en consecuencia, su liquidez.

El magistrado avala la incapacidad de la compañía para asumir las cuotas pactadas y el resto de las obligaciones derivadas del contrato de financiación son ajenos a esta y causadas por un hecho imprevisible.

Recupera el nivel de producción 

La sentencia, que puede ser recurrida ante instancias superiores, se refiere a uno de los tres procesos judiciales en marcha entre Celsa y sus acreedores.

Celsa consiguió recuperar el nivel de producción anterior a la pandemia en 2021, tras superar los 6,5 millones de toneladas producidas en sus plantas de Europa.