La primera estimación del Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado los augurios de un estancamiento económico en el primer trimestre, en el que el PIB tan sólo pudo registrar un avance del 0,3%, frente al 2,2% que registró en el último cuarto del año 2021.
El principal elemento que explica esta evolución es el comportamiento de la variable del consumo de los hogares, que se contrajo un 3,7%, en un contexto de elevada inflación, con un IPC que rozó el 10% en el mes de marzo.
Tendencias propias de la pandemia
Se trata del primer dato negativo en los últimos doce meses y el mayor descenso desde el segundo trimestre de 2020. En ambos casos anteriores, las cifras estuvieron condicionadas por los efectos de la pandemia.
En concreto, el segundo trimestre de 2020 coincidió con la fase más dura de las restricciones para evitar la expansión del Covid-19 mientras que el primer cuarto de 2021 se vio afectado por una de las olas más virulentas del coronavirus.
Subida interanual
El crecimiento interanual del PIB se aceleró casi un punto en el primer trimestre, desde el 5,5% del último trimestre de 2021 al 6,4%, como consecuencia de una mayor aportación del sector exterior.
En concreto, la demanda externa aportó 3,1 puntos al PIB interanual del primer trimestre, cifra 1,3 puntos superior a la del trimestre anterior, mientras que la demanda nacional contribuyó con 3,3 puntos, cinco décimas menos.
Rebaja de previsiones
El Gobierno ultima una revisión a la baja de sus previsiones de crecimiento para 2022, situada originalmente en el 7%, según avanzó el propio presidente, Pedro Sánchez. El Ejecutivo remitirá a la Comisión Europea en las próximas horas la actualización del Plan de Estabilidad, que incluirá el nuevo cuadro macroeconómico.
Como avanzó Crónica Global, durante el trimestre se ha registrado un notable descenso de variables como el consumo eléctrico, que ya daba idea de un cierto estancamiento económico.