El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, ha instado de forma implícita al Banco Central Europeo (BCE) a empezar a subir cuanto antes los tipos de interés ante la elevada inflación que padecen las economías de la zona euro, que está lastrando su recuperación de la crisis del coronavirus. En contraste con otros bancos centrales, el organismo con sede en Francfort aún no ha movido ficha e, incluso, ha trasladado algunas dudas a los mercados sobre su decisión.
“Creo que un organismo serio y responsable como el BCE debe dar una respuesta al avance de la inflación que estamos viendo”, ha señalado el ejecutivo de la entidad financiera, cuyas previsiones pasan por tres subidas del precio oficial del dinero en este año, de 25 puntos básicos cada una de ellas.
El factor inflación, "muy negativo"
Un extremo que está por ver y más aún después de que las actas de las últimas reuniones del órgano de gobierno de la entidad que preside Christine Lagarde hayan aflorado una notable división entre sus miembros a la hora de acometer una subida de tipos en los próximos meses.
Gortázar ha mostrado su inquietud por el impacto de la subida de precios, un factor que ha calificado como “muy negativo y especialmente perjudicial para los más vulnerables”. De ahí que se haya mostrado favorable a alcanzar un pacto de rentas relacionado con los márgenes empresariales y los salarios, que incluso ha tildado de “importantísimo”.
Provisiones por la guerra
En rueda prensa tras la publicación de los resultados trimestrales de Caixabank, Gortázar se ha referido a las provisiones de 214 millones de euros dotadas por la entidad en relación con los posibles impactos de la invasión rusa de Ucrania, que ha enmarcado en la política de prudencia del banco.
“Es muy difícil prever las consecuencias de la guerra. Principalmente, nos está afectando por la subida de los precios de la energía y las materias primas y el impacto es en familias y empresas”, ha señalado, al tiempo que ha expresado su deseo de que esta circunstancia no marque el plan estratégico a tres años, el primero de la entidad tras la fusión con Bankia, que presentará el próximo 17 de mayo.
Sin operaciones corporativas
Esta hoja de ruta contempla un horizonte de crecimiento por completo orgánico, sin operaciones corporativas en España ni en Portugal. Parte llegará por la esperada subida de los tipos de interés. En este sentido, Gortázar ha recordado que la entidad calcula alzas de entre el 20% y el 25% en el margen de intereses por cada 100 puntos básicos de subida del precio oficial del dinero.
Otro de los puntos fundamentales del plan será la evolución de la rentabilidad de Caixabank.
Nuevo cuadro macro
Ese plan está también condicionado por la rebaja de previsiones de crecimiento en España que el Gobierno incluye en su nuevo cuadro macroeconómico, aunque Gortázar ha destacado que las estimaciones del Ejecutivo están muy en línea con las de Caixabank.
“Hemos trabajado en el plan con nuestra previsión de PIB del 4,2% que ya revisamos hace seis semanas, muy próxima a la del 4,3% que ha publicado el Gobierno, de modo que no prevemos cambios”.
Estabilidad del consumo
En cuanto a la primera estimación del primer trimestre publicada por el INE, que apunta a una seria contracción del consumo de los hogares, el consejero delegado ha aclarado que el cálculo del organismo es compatible con el mensaje que ha lanzado el sector financiero en general sobre la escasa incidencia que, hasta ahora, ha apreciado en el comportamiento de sus clientes.
“Lo que analizamos son las operaciones a través de tarjetas de crédito y la retirada de efectivo de los cajeros y esas cifras se mantienen estables; pero también hay que tener en cuenta el comportamiento de los precios”, ha explicado Gortázar.
“Vemos en nuestros clientes un impacto positivo por la salida de la crisis del coronavirus más que uno negativo por la guerra de Ucrania”, señala el ejecutivo, quien se ha mostrado también optimista por elementos como las cifras de empleo y las positivas perspectivas para la temporada estival del turismo.