Cementos Molins cerró el primer trimestre del año con un beneficio neto de 22 millones de euros (-34%) y unos ingresos de 274 millones (+23%) respecto al mismo periodo de 2021, según ha comunicado hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Ha señalado que el aumento de la facturación se debe a "las nuevas adquisiciones y al buen nivel de actividad en Sudamérica", ya que en términos comparables de tipos de cambio y perímetro de consolidación, los ingresos han aumentado un 4%. La empresa ha explicado que este periodo ha estado "marcado por la fuerte inflación de costes de energía, transporte y materias primas
iniciada a mediados de 2021".
Subida de precios
Sin embargo, el aumento de precios de venta y "los planes de la compañía en eficiencia operativa" han mitigado parcialmente el impacto de esta inflación. El Ebitda de la empresa, por su parte, fue de 59 millones de euros, un 5% inferior a un año atrás.
Tras las adquisiciones realizadas en 2021, la deuda financiera neta Cementos Molins a cierre del periodo se situó en 190 millones de euros, con un múltiplo de deuda financiera neta/Ebitda de 0,8 veces, hecho que "permite a la compañía continuar con la ejecución de su plan estratégico 2020-2023".
Adquisición de Hanson
Cementos Molins cerró durante los tres primeros meses del año la compra del negocio de áridos y hormigón en Cataluña de Hanson Hispania tras recibir la aprobación de la autoridad reguladora.
El ceo de la empresa, Julio Rodríguez, ha explicado que 2022 será un año "incierto y de gran complejidad" por la guerra de Ucrania y sus efectos. Sin embargo, las previsiones de la empresa son "poder seguir la senda de los sólidos resultados alcanzados en años anteriores".